Estos días pasados hemos tenido una gran concentración de noticias. La proclamación del Real Madrid como campeón de ACB, el «Brexit», las elecciones generales, la eliminación de España en la Eurocopa de fútbol a manos de Italia en octavos de final… muchos acontecimientos a los que los aficionados al baloncesto añadimos el draft NBA. Este año, la famosa lotería de la NBA –capital para intentar conseguir algo de igualdad en la mejor Liga del mundo, y de paso evitar que los aficionados de equipos tradicionalmente no ganadores se aburran y huyan a otros deportes (como la ACB, vamos…)– ha tenido su importancia para España con la aparición de Juancho Hernangómez. Y para Málaga y el Unicaja, en particular, con la elección de Domantas Sabonis en la posición número 11. Algo parece predestinado para esa familia, ya es casualidad que salga en esa posición, la cual por cierto, y con el mismo equipo fue la que ocupó Fran Vázquez en 2005.
Día grande también para el club que vio sus inicios a pesar de nacer en Portland. Domas dio sus primeros pasos en EBG, el club radicado en las pistas de Los Guindos. Ahora, pese a que las categorías inferiores del Unicaja han dado un ostensible paso atrás, la llegada de Domas a Oklahoma City (pasando brevemente por Orlando) es una buena noticia. No sólo es por darle la razón a Manolo Rincón, con su vaticinio de llegada del joven lituano a la NBA en su día, pero que alguien complete la totalidad de su formación como jugador en un club malagueño de cantera, haga todo el recorrido dentro de todas las categorías del equipo donde vive y posteriormente encare el salto a la mejor liga del mundo hay que tomarlo por el lado bueno. Habrá también que dejar la autocomplacencia a un lado, hacer una gran reflexión y pensar si los pasos que se han dado anteriormente eran correctos y si se tiene claro hacia dónde se quiere ir.
Cuando esta cantera trabajada dio los mejores frutos fue el momento en el que el Unicaja tenía dos equipos por categoría, controlaba a todos los niños de Málaga a los que se les atisbaba una mínima posibilidad de progresión y la posibilidad de fichajes de fuera no iba más allá de nuestras fronteras. Dando un salto en el tiempo, el club ha cambiado prácticamente a todos los entrenadores de la cantera de Los Guindos, se han contratado jugadores extranjeros que en la práctica no se integran, y hace un par de años se dio un paso atrás, diciendo con mayor o menor convencimiento que ya no vendrían foráneos, y a esta causa se le achaca desde algún sitio el retroceso clasificatorio en los campeonatos.
Que una generación llegue más o menos lejos como equipo es algo que viene muy bien para los jugadores, los padres o el entrenador de turno, pero creo que para el club ha de ser algo secundario. Más allá de ese afán resultadista que infecta –aunque lo considero una herejía– a la inmensa mayoría de equipos de formación, y de la que casi nadie en ningún sitio está a salvo, para un club como el Unicaja, lo preocupante es que los que llegan destacando han vuelto a ver el salto a la liga universitaria americana como el único camino viable de darle un empujón a su formación, ya sea académica o deportiva.
En esta teoría hay detractores que pondrán como ejemplo el mal trago pasado por José Alberto Jiménez, o los que hablen maravillas de la elección tomada, como en los de Rubén Guerrero, Francis Alonso o el mismo Domas Sabonis, pero si se toman otros casos como los de Ernesto Díaz o Luis Conde, que formando parte activa del Clínicas Rincón en LEB Oro y un camino que recorrer más o menos brillante colgaron las botas por la imposibilidad de simultanear deporte y estudios, es que en este caso, el modelo tomado hay que revisarlo.
Ahora, cuando el modelo del Club Baloncesto Málaga ha de revisarse por la bajada de estatus que supone dejar la Euroliga, no se puede obviar el dato que supone que para la temporada que viene el Clínicas Rincón puede no competir en LEB porque el Unicaja no puede surtirlo de jugadores o al menos en el formato que hemos conocido hasta ahora al club que lidera Manolo Rincón. El agotamiento generacional que ha supuesto que los canteranos “malagueños” (entendiéndose como paisanos nuestros a Morayo Soluade, Viny Okouo, Kenan Karahodzic o Romaric Belemene) ya no tengan cabida ni en la primera plantilla ni en el conjunto que dirigió Paco Aurioles reduce de manera sustancial el número de efectivos que se pueden aportar al segundo equipo, una muy mala noticia.
Hablaba de lo secundario que deben ser los resultados, siempre y cuando se asegure que la cantera pueda surtir de manera habitual a la primera plantilla, pero la llegada a la élite no ha tenido mejores resultados porque jugadores brasileños, africanos o de la antigua Yugoslavia jugaran aquí. Va a seguir siendo un camino muy difícil, pero más complicado puede resultar si la idea de la imposibilidad de poder progresar académica y baloncestísticamente cala entre los chicos, porque las fugas siguen estando ahí.
así es, por desgracia en el club no se apuesta por pasar algun canterano al primer equipo liberando alguna ficha, ejemplo dos fichas, tendrian cabida un par de ellos y toda la cantera estaria preparada para que sus jugadores en cualquier momento dieran el salto al primer equipo, en fin, veremos que rumbo toma todo esto a partir de esta temporada, un saludo y estaremos atentos a la ultima tertulia radiofonica. Hasta la temporada que viene, veremos que acontecimientos nos trae.
Aunque no quiero que nadie tenga nada regalado, aún siendo cantera, si tenemos claro que ya no tenemos el grifo del dinero abierto siempre, hay que intentar que una o dos fichas sean para jóvenes, pero de forma real, no de postureo, y ahí ha de intervenir el club… No dejarlo todo a la mano del entrenador. Espero que te haya gustado la tertulia y que continúes siguiendo el programa y el blog. Muchas gracias por estar ahí y seguimos en contacto. Buen verano.