El dulce momento actual que estamos viviendo en Málaga alrededor del primer club de baloncesto de nuestra ciudad, desconozco si está en el mismo plano que vivimos hace unos años en la época gloriosa que trajo títulos y grandes recuerdos.
Usando el parámetro resultados hay que remontarse a mucho tiempo atrás (al curso 2001/2002) para recordar un inicio similar con diez victorias en once encuentros, la situación tanto en ACB, como en el resto de las tareas, con los deberes terminados de forma anticipada en cuanto a resolver las clasificaciones para la Copa del Rey y el Top 16, es la más agradable y la más tranquila que podemos recordar en la historia reciente.
Esta semana que hemos dejado atrás, la que se cierra con la muy grata anécdota del liderato del equipo en la competición nacional, hemos presenciado dos buenos partidos del equipo, el del jueves, frente al equipo de un Dimitris Itoudis que como entrenador tiene una pinta buenísima, el todopoderoso CSKA que está mostrando un juego que me resulta mejor que en las últimas temporadas, por mucho Ettore Messina que tuviese en el banquillo. El otro encuentro, el disputado el domingo ante el Baloncesto Sevilla me resultó divertido, tal vez que el contrario juegue sin aparente presión ni responsabilidad mostró al público a jugadores interesantes, especialmente los jóvenes interiores Hernangómez y Porzingis, además de lo bueno que es volver a ver a alguien como Bernardo Rodríguez. La imagen de buena armonía entre las aficiones de Málaga y Sevilla no ha de ser siquiera algo a sacar en procesión y usarlo de imagen contrapuesta con otros deportes, simplemente ha de seguir siendo una seña de identidad tan natural de nuestro deporte como el balón o los aros, algo que esté en el ADN de nuestro deporte.
Junto con los dos encuentros, en los que el equipo de Joan Plaza tuvo momentos de buen juego y otros en los que el contrario puso en liza todas las complicaciones que pudo para no ceder la victoria, el jueves, CSKA se puso en modo Final Four para ganar en la prórroga y el domingo en la rueda de prensa tuvimos la versión reivindicativa del entrenador cajista.
Joan Plaza que mostró su enfado por el poco valor concedido según él a la labor del equipo, desde mi punto de vista, si los resultados de la Euroliga no hubieran acumulado las tres derrotas consecutivas ante Alba, Limoges y CSKA, y hubieran sido encuadradas de otra forma, hubieran dado otro aire. Al fin y al cabo, lo que es realmente importante es la clasificación para la siguiente fase, y en mi opinión, tras estar el Top 16 con la división en dos grupos de los equipos clasificados queda algo devaluado el quedar en tal o cual posición. Lo que realmente creo que es importante es lo que transmite el equipo y para mí, lo que más me agrada es que entiendo que se está cumpliendo con el trabajo que -creo- se había planificado.
Realmente, no le veo mucho color a ir a un grupo o a otro, no creo más fácil a caer con Real Madrid, FC Barcelona o Anadolu Efes o CSKA Moscú, Olympiacos o Fenerbahce como puede ocurrir. Para mí es más importante una trayectoria general que ha dejado la etiqueta de decepciones de la competición para Valencia Básket o Bayern Múnich, que en las quinielas de principio de competición figuraban para muchos expertos por delante del equipo de Málaga.
Recuerdo una rueda de prensa en la que Boza Maljkovic se quejaba porque según él parecía que molestaba ganar de veinte. No creo que nadie esté en posesión de la verdad absoluta, aunque una de ellas sea que las críticas vengan con el sueldo. Da igual el que tengas, seas entrenador, jugador, presidente del gobierno, periodista u obispo. Todo es opinable, mucho más para esas labores orientadas hacia el público, el epígrafe “críticas recibidas” viene en la nómina, y aquí entiendo que el entrenador tiene razón cuando reivindica poner en valor todo lo que se está haciendo por parte de plantel y cuerpo técnico, pero también tengo claro que analizando de forma individualizada los partidos de Euroliga ante Alba Berlín y Limoges, en ambos se ofrecieron imágenes desdibujadas del equipo por momentos, sobre todo que traicionaban las piedras angulares de compromiso, generosidad en el esfuerzo y constancia en el trabajo que no son sino las señas de identidad que llevamos identificando en el Unicaja desde que lo entrena Plaza.
No voy a decir que el entrenador Joan Plaza se ha pasado en el enfado, ni que los titulares de algunos medios fueron furibundos ataques a la labor del equipo, me quedo con la parte de razón de cada uno en su parcela, sitio natural e ideal para que todo siga igual de bien que hasta ahora.
Grande don Juan Carlos, efectivamente el equipo esta donde todos queriamos, la pena es que todavia no viene mas gente, el domingo solo 7.000, respecto a las criticas me parece a mi que el entrenador tiene mas razón que un Santo, pues lo que hemos leido en el diario ese de la clasificación para el top16 y las criticas a joan plaza por parte de ese mismo señor me han parecido exageradas, curioso pues cuando estaba su amigo repesa no decia ni pio, vamos que se le ve el pco pelo que le queda a este señor.