Y siguen pasando semanas desde el último partido del Unicaja y seguimos rumiando el fracaso, haciendo buena esa máxima que dice que “el tiempo lo cura todo”, mientras que la teoría de dejar pasar los días intenta servir como bálsamo para aplacar las heridas en la masa social del equipo de Los Guindos, tendremos que ir disfrutando de los play-offs, ya sean en España o en la NBA.
Ahora que resulta habitual no jugar eliminatorias, no vale con estar indiferente a los resultados. Aunque llevamos mucho tiempo oyendo voces que reclaman que los puestos para la Euroliga tengan mayor dosis en cuanto a criterios clasificatorios, este año, el criticado (o sea, nuestro Club Baloncesto Málaga) se encuentra que puede prestar su imagen a los que tradicionalmente critican: el Bilbao Básket y el Valencia Básket, porque después de pretender abanderar posturas reivindicativas, en realidad lo único que persiguen es legitimar sus posturas, lo que todos.
Si interpretamos en esencia lo que pretende la Euroliga tenemos que quitarnos de la cabeza cosas como competición pura por méritos deportivos, algo que en Málaga lleva mucho tiempo viniéndonos mejor que bien. La esencia de la liga europea no es ni más ni menos que pretender ofrecer una alternativa a la NBA, provocar que algunos jugadores prefieran ser primeros espadas en nuestro continente a ser simples complementos más allá del Atlántico. No me paro a analizar si está bien o mal, pero no se puede olvidar que en Estados Unidos, Mr.Stern y compañía ponían en tela de juicio una franquicia porque había dos más en su estado, el mercado televisivo no era especialmente extenso y tenía bastante acotado el tema de beneficios económicos porque la capacidad de extensión en cuanto a población era muy limitada. Ese equipo es San Antonio Spurs. ¿Se imaginan la ACB poniendo en solfa la supervivencia del Joventut después de ser campeones y sin tener alarma económica?
La licencia A del Unicaja en la Euroliga seguirá un año más si la final es la que la ACB desea, la final futbolera. Aunque reconozco que ver disputando el título a CAI Zaragoza o Herbalife Gran Canaria sería muy bonito, tengo que dejar mis simpatías para otro momento porque se trata de la supervivencia del estatus actual y que es como la salud: sólo se valora cuando se ha perdido. Aún recibiendo mi aplauso los chicos de José Luis Abós y Pedro Martínez, el común resultado de 2-0 para blancos y azulgranas les pone muy complicado el disgusto para el equipo malagueño.
Por el lado de la eliminatoria de Real Madrid y CAI Zaragoza, las victorias de los de Pablo Laso son más contundentes, pero viendo a catalanes y canarios, parece que los de Xavi Pascual no sólo tienen para usar el amplio talento ofensivo, sino también el consabido arsenal de excusas para justificar todo lo que va ocurriendo. Por el lado amarillo, junto a la lesión de Xavi Rey, la “fuga” de Jon Scheyer y recordando las actuaciones arbitrales del partido de Málaga o el del domingo en el Palu Blaugrana, Pedro Martínez se merece por lo menos que lo inviten a unas papas con mojo picón en Las Palmas, aquí que somos muy generosos le ponemos una rotonda a Manuel Pellegrini.
Ojalá este sea el último año en que tengamos que limitarnos a sentir envidia de otros, sea por estar con aquellos que siempre figuran entre los favoritos o los que emulan al Unicaja que disfrutamos hace años: el equipo simpático que no se sabía si iba a ser flor de un día, a éstos últimos, mi simpatía, naturalmente en diferido, tiempo tendrán de salir triunfadores otra temporada.