Quedó claro el domingo pasado que era día de estrenos y de nervios para casi todos. El primer partido en casa, casi todo nuevecito, un marcador precioso y grande para que ninguno saque las gafas (pero que vuelve a averiarse, como casi siempre?) y el arranque de otra temporada con gran importancia.
Sin descubrir nada, se vio sin mucha complicación que al proyecto le queda para madurar, demasiado verde todavía, mucha gente nueva con ganas de agradar y con mucho trabajo que desarrollar.
Del partido se han dicho cosas, pero a mí me llamó la atención la gran cantidad de plástico que se vio en la grada. Aunque las cifras oficiales hablen de 8.000 espectadores en el choque frente al FIATC Joventut, no me cuadra, eso de que el club quiera llegar a 7.000 abonados lleva de la mano que estábamos todos, sin faltar nadie, y que hubo un gran ritmo de venta de entradas. Eso o que el «Frente Gañote», tan popular en Málaga y que aparece siempre que algo tiene buena pinta, va a tener categoría de grupo de presión para que en el club lo oigan a la hora de tomar decisiones importantes el día que haya que cambiar de entrenador o de americanos.
No me gusta que haya tantos huecos. Aunque el trabajo del club ha sido muy bueno para intentar tapar la fuga y querer recuperar a aquellos que se marcharon. La crisis, palabra que podría estar en el escudo de la Unión Europea o en medio del círculo de estrellas doradas de la bandera azul, es el gran motivo. Las temporadas pasadas, con más desengaños que otra cosa también, cierto déficit de atención por parte del club hacia la masa social, intencionado o no que se transmitía o que al menos, así se percibía. Errores, muchos y variados.
Ahora creo que la cosa va de otra manera, aunque la traducción aún no llega. El proyecto tiene otras trazas, incompleto y sin terminar de madurar, pero para mi gusto, dentro de la evolución que tiene que pedírsele al juego de un equipo, de como se asimile la llegada tardía de Jasmin Repesa a Málaga dependerá mucho. Es más, creo que la lesión de Vidal, que ha traído el movimiento de ficha de Jiménez, va a ser útil para el plantel, ya que aunque el madrileño esté prejubilado, para lo que se le quiere no es necesario que esté en cifras de cuando tenía 26 años. Es más, viendo el encuentro del domingo, hace buena la teoría de que las empresas prescinden antes de tiempo de los trabajadores.
Creo que hay motivos para ir al baloncesto, aunque no se pueda siempre. Es un espectáculo bonito, sobre todo en la cancha, mucho más viendo la realización televisiva de algunos partidos de la ACB, que parece estar hecha por un amigo que también hizo el bautizo de su sobrina. Mucho más ahora que el jueves viene el Maccabi y la Euroliga, de lo mejor que podemos ver fuera de la NBA. Bien pensado, en lugar del título, podría haber puesto «Falta mucho». Falta mucho por ver y por mejorar. El conjunto de verde va a hacerlo, estamos expectantes por presenciarlo.