Cuando se finalizó la temporada 2011/2012 para el Unicaja, en versión optimista y queriendo ver la botella medio llena, pensábamos que el acabar de manera prematura la Liga servía para empezar a adelantar trabajo, para poner las bases sólidas y primarias para que el curso 2012/2013 sólo se pareciera al anterior en el color de los uniformes del equipo.
De momento los movimientos son los conocidos y los habituales: muchos rumores y poca certeza en cuanto a los cambios. Lo que está más claro en el ambiente pero sin confirmación oficial aún es la llegada de un nuevo inquilino al banquillo del equipo de la Avenida Gregorio Diego, el elegido es el actual seleccionador croata Jasmin Repesa, también entrenador del Cibona Zagreb, todo ello desde la imaginación, porque como está claro, oficialmente, nada.
El presunto fichaje del entrenador nacido en Bosnia significa la salida del último entrenador que ha tenido el Club Baloncesto Málaga, Luis Casimiro. Aunque no se haya comunicado de forma oficial, el contrato del entrenador manchego expiró el pasado 31 de mayo.
El periplo de Luis Casimiro Palomo Cárdenas ha sido de poco más de dos meses. Llegó a Málaga el pasado 21 de marzo, ha dirigido durante nueve partidos al equipo de nuestra ciudad, venciendo en cuatro de ellos, no clasificándose el equipo para el play off (primera ocasión desde la temporada 1998/1999) y consiguiendo mantener la Licencia A de la Euroliga para que podamos seguir disfrutando de las dos mejores competiciones fuera de la NBA.
Con estos datos se hace balance y todos sacamos conclusiones, incluso se puede recurrir a opiniones previas a la llegada del manchego. Yo mismo siempre reclamo en la posición de entrenador a alguien de fuste, alguno de esa «escudería» que ya hemos tenido en nuestro club, del grupo de los Maljkovic o Scariolo, cuyas cualidades (llámalo ego, personalidad, forma de ser, ética de trabajo o lo que sea) les hace tomar las riendas del club para lo bueno y para lo malo, teniendo que anteponer los designios del equipo al progreso personal del inquilino del banquillo (ojo: inquilino, no propietario). Cuando era palpable que ya se había dado el paso por parte de los dirigentes del club de la sustitución de Chus Mateo, ya se habló de Jasmin Repesa y sólo sus problemas contractuales le hicieron retrasar su llegada a Málaga, propiciando la contratación de Luis Casimiro.
Confieso que tanto el trabajo desarrollado como lo que me ha llegado del entrenador de Villamayor de Calatrava me ha proporcionado una muy buena opinión sobre él. En la mitad del conflicto más grave de los que se recuerdan en los últimos tiempos, lejos de amedrentarse o dejarse llevar por esa corrección política tan lamentablemente de moda, tomó el toro por los cuernos y queriendo hacer buena su propia frase que decía que quería seguir entrenando aquí en septiembre, no le dolió tomar decisiones quirúrgicas. Todos las teníamos en mente, pero nadie se atrevió a tomar, consciente de estar en un equipo venido temporalmente a menos. No dejó de tener claro que venía de un club que iba camino de la LEB y que él mismo fue campeón de Liga, que el simple hecho de pagar la nómina el día establecido ya le establecía un plus diferenciador positivamente a su nuevo destino.
Incluso ahora, cuando lleva casi un mes oyendo como se le pide paciencia para ver si el club ficha a otro en su lugar, no ha tenido una declaración más alta que otra, resumiendo: se ha comportado como un señor, algo que no tiene por qué ser algo que decida su continuidad o no en el banquillo de ningún equipo. La llegada de Repesa seguro que va a aportar mucho, pero junto a todo lo que ya tenemos claro de los problemas de su compromiso con Croacia, lo poco decoroso que queda repetir el caso que se vivió en su día con Aíto, lo complicado que puede resultar que el entrenador que no conoce el club, el idioma, la competición y la plantilla no haga la pretemporada, hay que unir que el sueldo será sensiblemente más alto, la sorpresa de su contratación no es porque se haga, sino el momento, cuando se nos repite desde todos los lugares que hay que realizar ajustes (o sea, gastar menos y menos), de todas formas espero que el rendimiento y la plantilla que tenga con él sea la que nos dé los éxitos más inmediatos.
Mientras tanto, agradecer al Sr. Palomo su buen hacer mientras que ha estado aquí, confieso que la impresión que deja es mejor que la despedida, pero hablamos de profesionalismo, y como un señor profesional se va.