Puertas al campo para un solar limpio de basuras

28 Abr

Entre Hacienda Cabello y la avenida de Lope de Vega se extiende un solar, antiguo depósito de basuras, que los vecinos quisieran ver cruzado por una recta carretera.

Ponerle puertas al campo y si es posible, una carreterita, es lo que piden los vecinos de Hacienda Cabello, que miran con cierta impaciencia la improductividad de un enorme solar, propiedad del Ejército y de Unicaja, que separa este barrio, construido entre 2002 y 2008, de la avenida de Lope de Vega.

Como ya informó La Opinión hace unos días, la razón estriba en que está prevista la urbanización del solarcito, que conllevaría una carretera que, trazada con escuadra y cartabón, uniría la avenida con el barrio con una gran recta y mandaría a hacer gárgaras los meandros actuales, unas curvas tan pronunciadas que, señala la EMT, impiden que el autobús de línea pueda llegar a Hacienda Cabello.

La asociación de vecinos Rappa Cabello, mientras tanto, recuerda que tampoco pasa nada si Urbanismo le pega un bocado a las curvas para dejarlas más suaves, que para eso el Ayuntamiento aprobó la llegada del autobús hace dos años.

Porque esperar a que este prado se urbanice puede ser tarea de meses, años o una tarea secular; pocos lo saben. Lo que sí ha sido este solar es protagonista en varias ocasiones de esta crónica, mayormente por la cantidad de porquería que era capaz de almacenar.
Formaciones pluricelulares especializadas en el voleo de la basura, inveterado deporte malaguita, habían convertido la parcela en su parque temático. Y como está presidida por una reata de enormes carteles publicitarios, bajo las vallas había semanas que se extendía una sucursal de Los Ruices.

Las denuncias en los medios de comunicación, en especial en esta sección, han debido de funcionar, porque la limpieza se realiza, cuando menos, al poco de criticar el constante espurreo, pues no era plan de bajarse de la parada de la línea 21, camino del Puerto de la Torre, y toparse con un germen de vertedero.

A comienzos de semana el firmante se dio una vuelta por el campito para constatar unas concienzudas labores de limpieza, que han incluido la poda de varias mimosas, bajo cuyas frondosas ramas se habían formado pequeños campamentos con todo tipo de ropas, abalorios y objetos de dudosa reputación.

Todo esto ha desaparecido desde hace unos cuatro o cinco meses, informa la asociación de vecinos, así que el solar se utiliza ahora para el esparcimiento de los perros y sus dueños y sólo hay que mirar al suelo para no toparse con algún regalo.

Por la parte más próxima a la carretera se abre paso un vaguada que debe de ser un despistado afluente del vecino arroyo de Teatinos, más próxima a la residencia militar Castañón de Mena.

Lo dicho, no ha visos de que esa gran línea recta traiga de momento el autobús a la Hacienda Cabello. Habrá que pensar en rectificar las curvas y llamarlas al orden constitucional. Como a Puigdemont.

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