El final de un plató de la serie ‘Cuéntame’

25 Abr

Desde otoño está en obras el tramo que falta para conectar la avenida de Jorge Luis Borges con la avenida de Plutarco, antes un terrizo que parecía salido de los años 70.

En enero de 2014, esta sección se dio una vuelta por un rincón de Málaga que parecía detenido en un momento bastante polvoriento de los años 70.

Era uno de esos tramos sin coser de la trama urbana, un verso suelto o más bien deshilachado, en un nudo de avenidas y bulevares que nos muestra un desarrollo racional de Málaga, que en esta parte de la ciudad se ha explayado, felizmente, con sus zonas verdes, como si quisiera compensar todos los desatinos pergeñados en el desarrollo de la Carretera de Cádiz y la Cruz del Humilladero.

Hablamos de dos calles que durante un tiempo prolongado lucieron como una sola, terriza y con un nombre distinto a cada lado: las calles Morenito de Talavera y Juan Villarrazo, junto al barrio de Finca La Palma.

Básicamente era un terrizo cochambroso que parecía evocar esa Málaga que en los años 70 se encontró con que había pegado el estirón pero mantenía el vestuario, que se le había quedado corto. Era el panorama que en esa década ofrecían muchos barrios de la ciudad, con los bloques de viviendas puestos pero sin las infraestructuras adecuadas.

Cuando llovía, en el centro se formaba un charco que nada tenía que envidiar a algunos espacios lacustres de Finlandia, y dado el perfil del terrizo, los conductores tenían que hacer piruetas para aparcar sin dejarse los bajos del coche en el intento, porque abundaban los baches.

Ladrillos sueltos, basura, restos de un mural de azulejos y una pléyade de postes cuajados de cables completaban el panorama, hasta el punto de que el firmante recomendó sacar partido de la desgracia y por lo menos, que la Málaga Film Office la ofreciera como lugar de rodaje de la serie Cuéntame o de alguna película del estilo de El camino de los ingleses.

Por suerte, el regreso a estos andurriales la semana pasada ha supuesto toparse con una grata sorpresa, porque desde otoño la calle de los dos nombres está surcada por excavadoras y rodeada por vallas (luego son vallas perimetrales, que es uno de los adjetivos predilectos de nuestro Consistorio). Se ve claramente que este tramo perdido de la mano de Dios en breve servirá para conectar la avenida de Jorge Luis Borges con la avenida Plutarco, que en su día también tuvo una fase selvática y matojera. Conectar Borges con Plutarco es algo que habría encantado al escritor argentino y en la práctica supone unir Teatinos con El Romeral.

Muy cerca de esta nueva vía, que no sabemos si se seguirá llamando calle Morenito de Talavera, calle Juan Villarrazo o a lo mejor opta por avenida de Jorge Luis Borges, está casi desaparecido el cortijo de los Remates, construido en1933, que en los últimos tiempos había sido un cascajo en cuyo peligroso interior se hacían fogatas y otro tipo de fumatas. Una urbanización lo sustituye. Como vemos, dos puntos negros de la zona pasan a mejor vida. Felicidades al Ayuntamiento de Málaga.

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