Universitarios viajeros y solidarios

La Universidad de Málaga, con la colaboración de la Diputación y la Junta de Andalucía, ofrece cada año a sus alumnos plazas para viajar a diferentes países y vivir una experiencia personal y laboral durante la que también puede realizar sus TFG y TFM

MARÍA DOLORES MEDINA

Viajar a otro país. Conocer su cultura. Trabajar en un entorno distinto. Enfrentarse a diferentes contratiempos. Desarrollar una respuesta creativa y eficaz. «Vivir una experiencia única». Así es como se definen los programas de Voluntariado Internacional de la Universidad de Málaga. «Esa es una experiencia tanto personal como laboral. Los alumnos que van a este voluntariado se enfrentan a un contexto que en muchas ocasiones es muy diferente al que conocen. Países más pobres, donde se vive con menos, esta es una forma de concienciación de la ciudadanía relacionada con el tema de las migraciones y que comprendan que el origen del problema de estos países se erradica estando allí. A nivel laboral, se enfrentan a adversidades, como por ejemplo, se podría imaginar un médico que tiene que tomar una decisión sin poder hacer una radiografía», expresa Olga Guerrero, directora de la Dirección Internacional y de Cooperación de la Universidad de Málaga.

David Isaac, alumno de la UMA en Guatemala.

Estos programas se ofertan entre los diferentes alumnos de la UMA que estén interesados en realizar tanto su Trabajo de Fin de Grado, como su Trabajo de Fin de Máster o sus prácticas curriculares en el extranjero. La oferta de estas plazas está regida por la información que las diferentes asociaciones de estos países aportan a la universidad con el fin de obtener ayuda en diferentes ámbitos. «Cualquier alumno de cualquier carrera tiene la opción de acceder a esta oportunidad. Enviamos desde médicos, a ingenieros industriales o incluso economistas. Allí, se encargarán de atender las necesidades que cada ONG les plantee. Algunos se dedicarán a trabajar, otros, a investigar las causas de algunos problemas, pero la gran mayoría siempre termina aportando su granito de arena como sea posible», destaca Guerrero.

El tiempo de estancia varía dependiendo de las necesidades que la ONG presente. Pueden variar de dos a cuatro meses e incluso alcanzar los seis meses como máximo. Durante este periodo, la presencia de los profesores será esencial. Éstos estarán encargados de supervisar el trabajo de los alumnos e incluso irán al país al que estos viajen. «Los profesores son una parte esencial. Ellos se encargarán de mantener contacto con los alumnos, irán a visitarlos algunos días y son quienes se interesan por las diferentes propuestas que la ONG nos dan para comentarlas con sus alumnos y descubrir cuáles de ellos están interesados en ir», apunta la directora de Cooperación internacional.

Las opciones son muy diversas. Hasta el momento, los países que más alumnos recibían eran los latinoamericanos, sin embargo, ahora el programa también incluye a África y como última novedad, Asia, aunque ya estaba incluida la India. «Los países de América Latina siempre han sido a los que más alumnos hemos llevado, por el tema del idioma. Sin embargo, ahora con las ayudas de la Diputación de Málaga, también estamos incluyendo otros países. La novedad está puesta en Asia; tenemos cooperación con una universidad coreana. Actualmente hay alumnos de la UMA en Mongolia que están trabajando junto a estudiantes coreanos en un proyecto sobre la contaminación de aguas y suelos de este lugar». En este caso, estas dos becas han sido otorgadas por la misma Universidad de Málaga. «Asia es un socio estratégico para nosotros. Tenemos importantes proyectos de cooperación con Hong Kong y nos parecía muy importante incluirlo en el programa».

Victoria Pavón, en Honduras.

Actualmente los programas vienen ofertados tanto por la Junta de Andalucía, como por la Diputación de Málaga e incluso, «alguno más pequeños», por la UMA. Este año, la Agencia Andaluza de Cooperación para el Desarrollo de la Junta ha ofertado un total de 90 plazas en países como Honduras, Ecuador, Costa Rica, Bolivia, república Dominicana, Marruecos Perú y Colombia. Este programa en concreto lo componen 22 proyectos de cooperación internacional. Por su parte, la Diputación de Málaga también ha ofertado plazas para este año. Un total de 20 alumnos podrán participar en proyectos coordinados a partir del mes de julio.

Además, la Universidad, ya tiene pensado expandirse a otros territorios para que los estudiantes puedan desarrollar sus trabajos en diferentes ámbitos. «La principal motivación es que nuestros alumnos puedan continuar realizando estos viajes, expandir los programas a otros lugares, ya que después, a nivel laboral, su currículum lo agradecerá. En todos los estudios que hace Bruselas, los estudiantes que han vivido una experiencia internacional encuentran trabajo más fácilmente ya que las empresas valoran mucho esa experiencia y ese valor que han tenido para enfrentarse a un choque cultural tan grande».

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