Para acelerar el motor turístico malaguita, aquí va la propuesta de una ruta por los carteles informativos que las administraciones colocan y luego dejan olvidados durante lustros.
En Andalucía la revalorización de nuestro Patrimonio ha sido un proceso lento pero constante, capaz de sacar del baúl de los recuerdos elementos por los que los propios lugareños no darían un pimiento y, treinta años atrás, directamente habrían suscitado mofas, befas y carcajadas sonoras.
Uno de estos ejemplos lo encontramos en las rutas turísticas que, afortunadamente, se reproducen más que las arañas. Y así, en nuestra comunidad autónoma tenemos desde la Ruta de José María El Tempranillo hasta el Camino de Santiago que parte de la mismísima iglesia de Santiago de Málaga, porque en el mundo hay benditos locos con el tesón suficiente como para ir a pie hasta la plaza del Obradoiro para abrazar al Apóstol.
Otro caso de consolidación lo tenemos en la Ruta de la Cruz, del Distrito de la Cruz del Humilladero, que ha logrado que los malagueños conozcan mejor y aprecien una zona de la ciudad que tenía el sambenito de escasez de zonas verdes y sobrepoblación.
Por eso, a nadie debería sorprender, y mucho menos a nuestros cargos públicos, que el autor de estas líneas, con toda modestia, proponga una ruta por los carteles administrativos que las diferentes administraciones dejan abandonados, así que pasen las eras geológicas.
Se trata de los clásicos anuncios de obras públicas que, una vez finalizadas, siguen anunciando las mismas por los siglos de los siglos, porque -deduce un servidor- a nadie le amarga un dulce el recordatorio perenne de sus logros.
Ya contamos en esta sección casos legendarios de carteles sólo retirados porque los agentes climáticos los convirtieron en un amasijo oxidado, como el caso de uno que lució unas obras nunca llevadas a cabo por la Junta en El Romeral.
Y hace un par de meses, coincidieron en la calle Pinosol -la principal del barrio del mismo nombre- un cartel de unas obras de hace 10 años con otro de las que se estaban llevando a cabo en ese momento. Así, los vecinos de Pinosol, como el dios Jano, tuvieron el privilegio de contemplara la vez el pasado y el futuro.
En la barriada de Parque del Sur también podemos encontrar este curioso fenómeno. En concreto en la avenida de las Postas. El cartel promete durar lo suyo porque se encuentra en un lugar semioculto por la vegetación, a pocos metros del acueducto de San Telmo, en concreto cerca del puente que pasa sobre el arroyo Aceiteros.
El cartelito informa de unas actuaciones de emergencia en el arroyo para arreglar infraestructuras municipales. Se trató de una inversión de casi 800.000 euros costeada por la Diputación, el Ministerio de Hacienda y el Ayuntamiento de Málaga. El cartel se instaló en 2012 y ahí sigue. Lo bueno es que le da la sombrita, se oxida poco y puede durar lo que le echen. Lo dicho, una Ruta del Cartel.