El Ayuntamiento hace coincidir el centenario del edificio consistorial esta semana con el derribo hoy sábado de una vivienda regionalista en calle Ferrándiz, cuya casa gemela sí está protegida.
Nuestro Ayuntamiento ha querido hacer coincidir esta semana el centenario del edificio consistorial del Paseo del Parque con la demolición (en principio programada hoy sábado) de Villa Paquita, una preciosa casa de estilo regionalista en mitad de la calle Ferrándiz, que no ha sobrevivido a nuestros políticos más duros de entendederas.
Como saben, el Catálogo de Edificios Protegidos de Málaga, en donde no constaba esta vivienda, es de obligatorio estudio en las universidades francesas, alemanas y escandinavas, como ejemplo de buen hacer y respeto por el pasado. Y si no, a qué esperan.
A la vista de las últimas demoliciones de casas notables y de la próxima desaparición de la Tribuna de los Pobres, da la impresión de que el objetivo del equipo de gobierno es que sólo se tenga en pie la Málaga de De la Torre. Avisados estamos.
Villa Paquita, que mientras usted está leyendo estas líneas puede que la estén echando abajo o que ya sea una escombrera, era una vivienda digna de ser conservada, y como señala a esta sección el arquitecto Luis Ruiz Padrón, era gemela de Villa Julita, en el número 3 de la calle Luis de Maceda que, esta sí, había sido protegida por el grupo de humanistas, sabios del Renacimiento, filósofos y científicos que llenan a rebosar nuestro Ayuntamiento y en especial, la rama urbanística del frondoso árbol municipal.
La ficha de protección arquitectónica de Villa Julita (una casa casi idéntica a Villa Paquita, salvo que la primera conserva una buhardilla) reza así: «Vivienda regionalista con elementos decorativos de influencia colonial, muy típica de la edificación de la zona de principios de siglo» (siglo XX, entiende).
La paradoja es que la casa de Luis de Maceda sí está protegida pero la de Ferrándiz, realizada por el mismo arquitecto con idénticos adornos y elementos, no ha resistido ni la presión urbanística ni el arrollador empuje intelectual de nuestros responsables municipales, que pierden el tiempo asegurándose la vida eterna en la administración, en lugar de asombrar al mundo con su sensibilidad artística, sus conocimientos sobre Historia, Arquitectura, Urbanismo y su capacidad de defensa de una Málaga que, gracias a su tenacidad, desaparece a marchas forzadas.
Si dieran el paso de mostrarse al mundo, lo más sensato, tras las municipales, sería que pasaran una temporada en el internado de Campillos para asentar tantos conocimientos olvidados a causa del tortuoso camino de la política.
Porque o nuestros cargos públicos reciben clases de refuerzo escolar este verano o la insigne tropa seguirá empeñada en que muerda el polvo todo lo que no haya inaugurado Paco de la Torre, a quien por cierto tampoco le vendría mal repasar la asignatura de Patrimonio de Málaga.
Lo mismo hasta termina apreciándola.
Paquito vete ya que no a
va quedar ná
Así están haciendo desaparecer la belleza e historia de Málaga. Espero se pudran en las cloacas de la historia y sean recordados por lo que son, unos ignorantes avariciosos. A saber qué feo destino tiene ahora ese rincón. Lo tenemos merecido la ciudadanía, por merdellones.