La asociación de vecinos del Palo calcula que un solar en el centro mismo del barrio, no incluido en el registro municipal de solares, lleva unos 20 años sin oficio ni beneficio. Acaba de empeorar y reclaman una solución.
Hace poco más de un año que Joaquín Ruano, veterano vecino del Palo, gran conocedor de su historia, propuso en La Opinión una mejora estética de la plaza de las Cuatro Esquinas, desde el año pasado, la plaza de Demófilo Peláez Santiago.
Entendía Joaquín que la plaza actual era un apaño municipal bienintencionado pero poco agraciado. Porque, aunque mejoraba el cochambroso aspecto anterior cuando era un solar reconvertido en aparcamiento, no había terminado de dar en el clavo estético, por la profusión de obstáculos visuales y la presencia de dos enormes paredes medianeras.
La plaza es una asignatura pendiente pero también el solar que hay justo enfrente, que ha dejado el núcleo más famoso del barrio convertido en las tres esquinas, en vez de las cuatro de siempre. En concreto falta de su domicilio la esquina de la calle Mar con la avenida Juan Sebastián Elcano (a partir de ahí, comienza la calle Almería).
El autor de estas líneas pudo hablar hace unos días con el expresidente vecinal Falele Rodríguez, que calculaba que el solar, que se corresponde con el número 196 de la avenida Juan Sebastián Elcano, lleva sin oficio ni beneficio unos 20 años.
Año arriba, año abajo, lo que sí es seguro es que el terrenito ha entrado ya en su segunda década de dejadez manifiesta, por eso la asociación reclama que sea revisado por el Registro Municipal de Solares, en su nueva normativa de solares abandonados, porque de momento no está incluido, pese a sus evidentes hechuras.
En la mañana de ayer el solar estaba abierto, pese a encontrarse vallado, y en su interior afloraban, además de las hierbas y matojos de gran altura, las primeras basuras pegadas a la acera, así como escombros y maderas podridas.
El Ayuntamiento, por otro lado, debería acotar el tramo y repartir guantes y mascarillas, porque el roce con las vallas oxidadas puede hacer aflorar en el barrio un brote de tétanos.
La asociación de vecinos, por cierto, ha dejado escrita en su página web que considera «incomprensible» que la parcela permanezca tantos años en un estado tan cochambroso mientras ofrece al mundo «ratas, malos olores y basuras».
A esto hay que sumar el cutrerío de los postes de la luz o teléfono plantados en mitad de la acera que dificultan el paso y ofrecen un aspecto tercermundista. El solar transmite una impresión decrépita, por eso el Consistorio debería animar al propietario o propietarios, bien sea con una palmadita en la espalda o con la normativa municipal en la mano, a limpiar la cochambre y colocar unas vallas decentes y sobre todo, limpias.
La asociación de vecinos ha pedido una reunión con el concejal de Málaga Este, Carlos Conde para tratar de que El Palo vuelva a tener lo que tuvo casi siempre: cuatro esquinas.
la plataforma el palo por su metro soterrado tiene una buena solución para este sitio a ver quien quiere este proyecto y es valiente para realizarlo.