La otra Marbella, en la capital de la Costa del Sol

16 Ago

Desde el último tercio del siglo XIX el barrio de La Isla cuenta con la modesta calle Marbella y desde 1916, con la chimenea de la desaparecida Fundición Ramírez y Pedrosa.

El barrio de La Isla lo integraron en su mayoría vecinos que trabajaban en las fábricas vecinas, como la famosa Harinera San Simón o la de los Óxidos Rojos. Su condición de núcleo de casas entre las fábricas y el tren le merecieron el nombre de La Isla, un barrio aislado de casas mata.

En nuestros días, el barrio está dividido en dos por el puente de Juan Pablo II, que pasa junto a la calle principal, la calle Velasco. A la izquierda de este poco concurrido puente se encuentra la plaza principal, la recoleta plaza de Garci-Tello y en la parte derecha, la calle que hoy nos ocupa, Marbella, llamada así muchas décadas antes de que el pueblo fuera la estrella fulgurante de la Costa del Sol.

De hecho, la calle Marbella ya aparece en el plano de Emilio de la Cerda de 1892 y en uno anterior de 1887, cuando sus vecinos tenían casi enfrente las fábricas de los Larios (La Industria Malagueña) y los Heredia (La Constancia), donde muchos de ellos seguramente trabajarían.

La calle de Marbella en nuestros días continúa con la mayoría de las antiguas casas mata en pie y exhibe dos letreros de la calle, el de nueva hornada, blanco y verde y el modelo anterior, blanco y azul marino.

La impresión es la de adentrarse en otro tiempo, sobre todo porque lo que culmina esta modesta calle, con muchas de las casas coronadas en sus tejas por cardos y hierbas varias, es la chimenea de planta cuadrada y ladrillo rojo de la Fundición Ramírez y Pedrosa que estaba en la calle Ferrocarril.

La fábrica la pusieron en marcha en 1916 dos maestros, Cayetano Ramírez y Rafael Pedrosa, de la famosa Fundición Tomás Trigueros en 1916 y no cerró hasta 1998. Fabricó molinos aceiteros y luego se especializó en calderas. La fábrica incorporaba un taller de carpintería para fabricar los moldes que había que fundir. Como curiosidad, la fundición tenía en propiedad en La Isla dos casas y en una de ellas guardaba el archivo histórico.

Y aunque en 1998 la fábrica cerró, la chimenea pudo ser conservada en el mismo sitio e incorporada a una glorieta por la constructora que hizo unos bloques vecinos. A la glorieta, por cierto, se le incorporó una de las columnas de hierro que salieron de esta fundición y en 2004, se le añadió un panel explicativo de cerámica realizado por la Asociación en Defensa de las Chimeneas y el Patrimonio Industrial de Málaga.

Nacida durante la Gran Guerra, la empresa tuvo su particular desastre del 98 un siglo más tarde, pero la chimenea continúa entre nosotros.

Paréntesis

El autor de estas líneas comienza mañana las vacaciones de verano. Volverá dentro de un mes, una vez recuperadas las energías, no así el cabello. Feliz Feria, saludos cordiales y hasta la vuelta.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.