La construcción del NeoAlbéniz, las salas de cine para el festival, junto al túnel de la Alcazaba, puede funcionar de efecto reparador del entorno y acabar con la zona indefinida de la Alcazaba que recuerda a un polvero.
Hace un par de semanas, esta sección se dio una vuelta por el mirador de la Alcazaba para constatar que los más cenutrios entre los cenutrios estaban llenando todo el espacio de pintadas tribales y de exaltación del ego, para desazón de los visitantes, que esperaban encontrarse con un espacio limpio, además de con excelentes vistas.
En este paseo, la sección, es decir, el firmante, también visitó una zona sin definir, salvo por sus límites, porque una cochambrosa valla, realizada con varas de hierro de obra, es la que separa para nuestro pesar los dominios de la Alcazaba de la vía pública en esta parte de la ciudad, como también ocurre en la calle Mundo Nuevo.
En todo caso, volvía a acentuarse que se trataba de una zona por definir, a medio camino entre la polvera y el descampado, aunque cuente con el arranque de unos de los muros de época musulmana que luego toma las de Villadiego, es decir, la calle Carretería.
Y era una verdadera pena este rincón de Málaga tan a la vista, a los pies de la Alcazaba, con valla tan indigna y el aspecto de una parcela abandonada.
Las cosas, sin embargo, están a punto de cambiar, aunque solo sea por la vergüenza torera que este espacio provocará una vez se levante el edificio vecino. Porque como saben por La Opinión, el pasado viernes el Ayuntamiento anunció la construcción del NeoAlbéniz, que lejos de estar influenciado por la película Matrix, un servidor entiende que se trata del prefijo neo de origen griego y por tanto, que habla de un nuevo Albéniz, en sentido metafórico, sin que el de 1950, diseñado por el gran José González Edo, pase a mejor vida.
El que será complemento del Albéniz para el Festival de Cine, además de albergar sus oficinas, entre otros usos, no sólo descongestionará el cine de calle Alcazabilla, sino que ofrecerá un espacio renovador para lo que hoy son dos caserones sin valor que aportan su grano de cutrez a este rincón por perfilar.
El Consistorio informa de que estará listo en dos años y por entonces, es muy probable que sigamos sin saber qué hacer con el engendro del cine Astoria. La llegada del NeoAlbéniz seguro que será un acicate para demoler el cine y para plantearse de una vez qué levantar en la parcela.
Fuentes municipales confirmaban al menos ayer a esta sección que la construcción del NeoAlbéniz iba a conllevar también el arreglo del polvero de la Alcazaba, pues no podría consentirse un edificio tan rumboso al lado del cutrerío actual.
Hay que felicitar al Ayuntamiento por este futuro equipamiento y confiar en que esas dos relamidas expresiones que los políticos sueltan hasta en sueños (crear sinergias y poner en valor) se hagan realidad y como ondas concéntricas, pongan orden en el caos vecino de NeoAlbéniz para en su lugar dar paso a un neojardincito, un neopaseo o lo que les venga en gana.