La zona verde de Campanillas, largamente perseguida por los vecinos, presenta unos paseos cuarteados, mientras la asociación propone pérgolas con enredaderas para frenar el solano.
Julio Cortázar, que además de un genio era más largo que un día sin pan, escribió un cuento inolvidable titulado Continuidad de los parques.
La asociación de vecinos de Campanillas parece como si hubiera cogido al vuelo ese título así como la alargada silueta del autor para, durante lustros, reclamar al Ayuntamiento que hiciera realidad un Parque Lineal para el barrio.
Costó lo suyo, digamos que sangre, sudor y césped, pero al final el Parque Lineal se hizo realidad. El parque, por cierto, está dedicado al fallecido concejal popular José Carlos Fajardo, aunque en el cartel oficial de la zona verde, el que viene acompañado del horario sólo aparece mencionado el Parque Lineal.
Tuvo un comienzo titubeante, con la fuente que se escacharró casi al poco de soltar los chorritos inaugurales, pero todo volvió a su cauce.
Hoy, lo más llamativo de esta alargada zona verde, que corre pareja junto al arroyo de la Rebanadilla y la calle Fausto, es una doble hilera de jóvenes grevilleas y árboles de fuego, que entre mediados de mayo y el arranque de junio han repartido el resplandor dorado de sus flores. Cuando crezcan un poco más ofrecerán un espectáculo tan hermoso como llameante (y, menos mal, ignífugo).
Sin embargo, hay algunas cosas que podrían mejorar, y así lo entiende la asociación de vecinos. El autor de estas líneas se dio una vuelta esta semana por el Parque Lineal y comprobó que sólo se puede pasear sin dar trompicones por el paseo central, la línea recta escoltada por árboles de fuego y pintada de color rojo.
Como al paseante se le ocurra dar una vuelta por las veredas pintadas de verde o bien piense en pedalear por ellas con la bici, por si acaso, que contrate un seguro, porque el piso está cuarteado hasta la extenuación, no sabemos si por lo movedizo del terreno o por la mala calidad del firme.
Mientras el paseo central es de nuestro siglo, los laterales parecen de los tiempos del cantón de Cartagena, y eso que el Parque Lineal no tiene tantos espolones.
Por otro lado, y con vistas a los presupuestos del año que viene, la asociación ha pedido al Ayuntamiento que plante más árboles en la parte oeste del parque, demasiado despejada teniendo en cuenta que se trata de la zona donde se descansa el parque infantil.
Además, los vecinos quieren que instale algo que en Málaga suele ser un objeto ultradesaprovechado: una pérgola. Como muchos saben, el Consistorio suele plantar las pérgolas por los parques y plazas y que allá se las compongan para dar sombra. En la mayoría de los casos se olvida de colocarles una cubierta vegetal, plantarles a los lados unas enredaderas para que con el tiempo ofrezcan su buena ración de sombra.
Pérgolas, en suma, que cumplan su cometido. Suerte.