Hoy contamos, gracias a un veterano vecino de la zona, el origen del nombre del núcleo chabolista del Perro, felizmente desaparecido, que estaba junto a la fábrica de los Guindos, y el origen del Carril de la Chupa.
Las tenaces y novedosas investigaciones de Manuel Muñoz, uno de los historiadores malagueños que más caminos ha abierto en nuestra ciudad, nos ha dejado un caudal de información sobre el origen de muchos nombres de barrios y calles de Málaga.
En muchas ocasiones, deben su nombre a los propietarios de las tierras, como los Casini, Carranque, e incluso a apellidos que el tiempo ha adaptado a la fonética malaguita: el caso del Camino y la Granja de Suárez, que en realidad hacía referencia a la familia Sweerts, natural de Amberes. En 2016 contó la historia del nacimiento del barrio de Monte Dorado José María Lobera, un funcionario municipal zaragozano que se marchó a vivir a este rincón de Ciudad Jardín.
Fue hacia 1982 que a José María se le ocurrió el nombre del barrio, mientras departía al solecito con unos vecinos.
El pasado Domingo de Ramos, la sección Mirando Atrás recogió la historia del sindicalista malagueño Pedro Andrés González, que acaba de publicar la biografía de sus primeros 24 años en Málaga, de 1942 a 1966, antes de marchar a vivir a Sevilla.
Este afable malagueño, de una simpatía natural a prueba de todo, tuvo el mérito de salir adelante en uno de los barrios de chabolas más alejados y en peores condiciones de la ciudad: El Perro, en las playas de San Andrés, entre las fábricas de Los Guindos y la Cros. El barrio, que comenzó a formarse al comienzo de los años 40, toma el nombre del vecino apeadero del tren suburbano que iba a Fuengirola y a Coín, conocido como la Estación del Perro.
Pedro Andrés comenta que el origen del nombre, según lo que pudo conocer cuando vivía en el núcleo de chabolas, se debía a que en la estación había un guardagujas que siempre estaba acompañado por un perro. Se trató, en todo caso, de un nombre más que consolidado cuando empezó a vivir allí en 1948, cuando desahuciaron a su madre, recién enviudada de un sastre del Perchel.
El origen ferroviario del nombre de El Perro, guarda relación con el del barrio de Dos Hermanas, en la Carretera de Cádiz, que según cuentan los vecinos más veteranos debe su nombre a que junto a las vías del tren, también trabajando como guardagujas, vivían en una casita dos hermanas, de las que se desconoce su nombre. El parentesco sí ha quedado en el callejero.
Por cierto que el barrio del Perro se fue formando en dos zonas diferenciadas, una primera, la más antigua, de casas de pescadores en la primera línea de playa y la segunda junto a los muros de la fábrica de Los Guindos. Las dos zonas estaban separadas por el Carril de la Chupa, que según recuerda Pedro Andrés González, toma el nombre de los campos de caña de azúcar de los alrededores, de los que daban cuenta muchas veces los chaveas del barrio.
Cerca de ahí se encuentra la calle de la Cañada del Tesoro. ¿Encontró alguien algo extraordinario entre las cañas de azúcar?