Hoy, por razones de seguridad artística anti mendrugos, tendrán que adivinar qué obra escultórica ha sido completada por el Ayuntamiento, después de años de acoso y derribo.
Ha quedado sobradamente demostrado que incluso un tarugo ignorante con la capacidad de gobierno de la mula Francis puede presidir el país más poderoso del mundo.
Este hecho, repetido a lo largo de la Historia de la Humanidad en varios puntos del globo, debería hacernos pensar sobre una obviedad: en este mundo todo es posible.
Por eso mismo, al firmante se le presenta un dilema, pues como vivimos en continua sorpresa, ¿quién se atreve a afirmar con rotundidad que este artículo no lo leerá uno de esos mendrugos especializados en el destroce de las obras públicas?
El sentido común puede que considere que estos individuos que se desplazan con dos patas no se van a detener a leer un texto más largo de dos líneas, ni mucho a sacar una conclusión tras la lectura.
En las criaturas antropomórficas que vuelcan su ira contra una escultura del Parque, que apedrean la Fuente de Génova o que dejan su firma con espray en los restos arqueológicos de la Puerta de Buenaventura, ¿bulle la vida intelectual bajo sus azoteas?
Como Donald Trump está en la Casa Blanca tentémonos la ropa antes de negar con la cabeza. Ahora mismo, puede que recorra este revoltijo de letras la agrupación celular que le arrancó la cabeza, ya repuesta, al busto del pintor Moreno Carbonero, de lo que informamos hace unas semanas.
Por eso, como nunca se sabe, hoy vamos a hablar de otra feliz reposición, realizada hace pocas semanas por nuestro Consistorio, pero, ustedes disculpen, tendrán que adivinar de cuál se trata, de ahí que la foto que acompañe el blog de esta sección en internet, sea solo un detalle de la obra.
Confiamos en todo caso en que, si la criatura vándala, a pesar de todo, une cabos y localiza la obra para volver a desgraciarla, al menos evidencie que su burricie puede enjaretarse y revertir, al haber demostrado que poder, puede razonar.
Se trata de una obra homenaje a un autor malagueño que por su fácil accesibilidad, al pie de la calle, permite que cualquier mastuerzo arranque un trozo de la obra. Así ha sido desde hace años y ya se sabe, a veces das la mano y te toman el brazo, así que los responsables municipales del ramo, que estaban hasta las narices del acoso perpetuo al monumento, un año se plantaron y decidieron que, por ahora,no repondrían más veces lo arrancado, pues el Consistorio no era un garaje de piezas de repuesto.
La obra ha exhibido su manquedad durante un largo periodo de tiempo y finalmente, antes de Navidad, para acabar con la pesadilla, se le han completado todas las extremidades. Y ahí sigue, libre hasta la fecha de garrulos, ajena a las almas de cántaro y otras lindezas que tanto Cela como el capitán Haddock dirían bastante mejor que un servidor. Mucha salud para 2018.