La concejala de Cultura señala que este mismo verano se abrirá al público, una vez solventados los problemas con la Junta de Andalucía.
En ocasiones, las administraciones se asemejan a esas liebres paralizadas en mitad de la carretera, deslumbradas por los faros de los coches. En otras, la buena coordinación entre ellas puede dar lugar a pifias contra el paisaje para los próximos siglos como los chiringuitos de la Malagueta o el hotel del puerto.
En esta ocasión, lo que ha ocurrido es que nuestros representantes del Ayuntamiento se han engrasado las articulaciones y han vuelto a andar, eso sí, con un leve empujoncito de Ciudadanos.
Lo que parece claro es que, con el eterno mirador de la Alcazaba se ha abandonado ya la extensa etapa del cuajo administrativo, consistente, metafóricamente, en mirar desde este equipamiento -concluido a finales de 2010- las musarañas.
Como informó La Opinión hace unos días, el Ayuntamiento, a través de la Gerencia de Urbanismo y la coordinación del Área de Cultura, está eliminando todo rastro de decadencia del mirador de la Alcazaba, que se había convertido en privilegiado refugio botellonero y en un lugar para que los homínidos con más agilidad lo llenaran de pintadas. Las obras para eliminar tanta cazurrería y poner a punto el invento estarán listas en julio.
Hay que recordar que el mirador ha sido un caso más de agujero negro administrativo malaguita. Formaba parte de las obras de restauración paisajística de la ladera de la Alcazaba y había costado 600.000 euros, sufragados por el plan Feil. El autor, el arquitecto Iñaki Pérez de la Fuente, había logrado crear estas trincheras de acero cortén bien disimuladas para no cargarse el paisaje (igualito que el hotel del puerto, que hasta los miopes podremos ver sin dificultad desde los Montes de Málaga o Torremolinos).
Pero la obra se quedó en barbecho siete años en los que solo pudieron visitarla los concejales que denunciaban que estuviera sin uso. El problema de cómo evitar que algún listillo aprovechara el mirador para bajar sin permiso el Teatro Romano, gestionado por la Junta, dejó el asunto como la liebre deslumbrada en la carretera.
Esta misma semana la concejala de Cultura, Gemma del Corral, confirmó a esta sección que la intención del Ayuntamiento, además de reparar el mirador es abrirlo este verano. Para ello, también ha confirmado que habrá una separación entre el mirador y el Teatro Romano.
Gemma del Corral detalló que unos arcos que la Junta puede quitar y poner cuando lo necesite harán de separadores.
Así que este verano, si otro parón biológico-administrativo no lo impide, los malagueños y visitantes podrán disfrutar, después de siete años de espera, de un equipamiento estupendo, con inolvidables vistas. Está siendo el parto de los Montes pero todo llega. Hasta un mirador.
Terral
Horno fenicio abierto.