El nuevo grupo escultórico de la familia Gálvez, en la Explanada de la Estación, cuenta con un detallado cartel informativo que explica la escena, obra del propio escultor Pimentel.
Como sabrán los asiduos de esta sección, durante años el firmante se ha quejado de la falta de identificación de las obras y monumentos desperdigados por Málaga, hasta el punto de que el del cardenal Herrera Oria, en el Postigo de los Abades, parecía el monumento al obispo desconocido.
Hace bien poco que el Ayuntamiento, de forma muy acertada, se ha dedicado a colocar placas informativas al pie de cada obra con la autoría de cada escultura y, lo más importante, los carteles también indican qué o quién es el homenajeado.
Se han quedado en la cola de espera, bien es verdad, algunos testimonios de nuestro patrimonio industrial, en especial la máquina de vapor de la antigua Azucarera, en la avenida de Andalucía que, como saben, continúa siendo un objeto no identificado -quizás porque su tamaño es parecido al de un platillo volante-.
Pero también parece que el Consistorio, curado en salud, no quiere que el desconocimiento, al menos el artístico, campe a sus anchas y eso se puede ver en el último grupo escultórico, el de la familia Gálvez en la Explanada de la Estación, que está acompañado de una placa informativa que bien puede competir en longitud con la Declaración de Independencia de los Estados Unidos. Pero lo cierto es que, si nos detenemos a leerlo, sacaremos muchos datos que en absoluto nos daría una somera placa del tipo Monumento a los Gálvez, 2017, autor Jaime Pimentel, que es la que acostumbra a instalar el Ayuntamiento.
Precisamente, el veterano escultor malagueño nos ha querido ofrecer las claves de su obra, así como los detalles históricos, por eso firma el enorme cartel informativo.
Así, gracias a Jaime Pimentel nos enteramos de que el grupo está presidido por el ministro de Indias, don José de Gálvez, que luce la banda de la Real Orden de Carlos III. A su lado se encuentra su hermano Miguel, con una carpeta portafirmas. Miguel lleva una sotana porque había recibido las órdenes menores.
Delante de los dos está casi en escorzo, como si estuviera a punto de salir de la escena, Bernardo de Gálvez, sobrino de ambos, quien en la mano izquierda lleva el decreto, recién firmado por su tío el ministro, por el que acaba de ser nombrado gobernador de la provincia española de La Luisiana, además de coronel del regimiento de idéntico nombre, con capital en Nueva Orleans.
A la derecha de Bernardo se encuentra su padre, Matías de Gálvez, hermano de José y Miguel, quien, emocionado, está a punto de bendecirlo.
Se trata de una escena simbólica, informa el escultor, que habría tenido lugar en 1776, la fecha de la declaración de independencia de las 13 colonias inglesas en Norteamérica. Padre e hijo, recuerda el autor, terminarían desempeñando el cargo de virrey de México. Y de más cosas informa este cartel informativo como hay pocos.