Los prólogos no los lee nadie, los saluda, menos

7 Ene

Al hilo de lo poco que se leen los prólogos y lo saludable que a veces es no leer los saluda de los políticos, aquí va una recomendación lectora.

Sostiene Luis Alberto de Cuenca, que tiene en su haber más de un centenar de libros prologados – y los conserva en varias baldas de su gigantesca biblioteca–, que los prólogos en España no los lee nadie.

Y tiene razón. Un prólogo se escribe por cortesía o amistad con el autor, con la satisfacción de que al menos este, probablemente, lo leerá. Como consuelo, hay una expresión literaria –es un decir– mucho menos leída: los Saluda de los políticos, un simbólico peaje a quien suele costear la publicación que no es ni un prólogo, ni una introducción ni nada que se le parezca.

Comparte ese género un esquema tan férreo, plúmbeo y poco imaginativo, que muchos parecen escritos por los partidos de la oposición, con el objetivo de destacar las escasas dotes expresivas de quien nos saluda con tan poco garbo. El único consuelo suele ser su brevedad.

Bastantes de ellos comienzan con la sempiterna preposición de lugar desde, que es la reina en el lenguaje político español del siglo XXI. Contribuye el desdeísmo a hacer las frases más largas y alambicadas, y como tampoco se trata de que el alcalde, concejal, ministro o diputado hable como los papas antiguos («Nos, pensamos que este magnífico libro..») suelen optan por complicaciones de la talla de «Desde el Ayuntamiento de X o la Consejería de Y es una gran satisfacción…», así que, al tratarse de una preposición de lugar, nos imaginamos al alcalde o al consejero saludando desde la ventana del edificio institucional que mencionan. Tremendo.

Y no debe faltar, claro, el pareado, ya sean malagueños y malagueñas, ciudadanos y ciudadanas o niños y niñas, para que quede claro la variedad de sexos que hay en Málaga o como dicen los modernos puritanos de nuestros días, diversidad «de géneros», que «sexo» ya no es políticamente correcto escribirlo. Ah, y en los saluda tampoco suele faltar el que el libro saludado sea «de obligada consulta».

Y así, envueltos en un lenguaje rígido, soporífero y sazonado con alguna burrada gramatical, los saluda institucionales son a la literatura lo que lo que los claxon en un atasco a la música.

Por eso mismo quisiera recomendarles una breve publicación, cuyos promotores, la Asociación de la Barca de Jábega, tuvieron el detalle de proponer a un servidor que escribiera el prólogo. La ventaja –además de poder saltarse el prólogo, como es de rigor– es que no cuenta con ningún saluda institucional, así que el lector puede ir al grano y sumergirse en el apasionante mundo de las Galeras, galeotes y gente de mar, el último número monográfico de la revista Cuadernos del Rebalaje, un trabajo escrito con brío por el doctor en Biología Andrés Portillo.

Málaga fue un importantísimo puerto de embarque de los galeotes que marchaban a los presidios africanos, por eso es tan importante este estudio que, como un servidor escribió en el prólogo, «se adentra por mares desconocidos». Ya han leído algo de él; ahora, a por las galeras.

2 respuestas a «Los prólogos no los lee nadie, los saluda, menos»

  1. De autor a prologista:

    Gracias Alfonso por tu excelente presentación, que recomiendo leer. En mi opinión el prólogo de un libro o artículo viene a semejarse con aquel pregón que se tenía por costumbre dar a la gente de cabo para embarcar en la galera y presentarse al superior, antes de zarpar, que en este caso introduce al lector en lo que está por leer.

  2. Apreciado Alfonso: como coordinador de la publicación “Cuadernos del Rebalaje” y secretario de la asociación cultural que la edita, agradezco públicamente tu colaboración en este número y tu dedicación a investigar y difundir las tradiciones marineras de Málaga.

    Comunico a los interesados que a este número y a todos los publicados se accede desde la sección “Publicaciones” de http://www.amigosjabega.org.

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