La Alameda de Colón está bien como está

12 Oct

En contra de lo que piensan los expertos de la CUP, los historiadores más solventes niegan que hubiera genocidio durante la conquista de América.

La demolición del Castillo de San Lorenzo a comienzos del XIX, una construcción que en sus últimos tiempos hizo de tapón urbanístico, posibilitó no sólo la conexión de la nueva Alameda con el río Guadalmedina sino también el nacimiento de la entonces Alameda del Espigón, luego llamada Alameda de los Tristes y finalmente de Colón.

Lo curioso es que a últimos del XIX o comienzos del XX hubo dos alamedas de los Tristes. Por un lado, la famosa vía que terminaba en el puerto (prácticamente tenía delante la desaparecida batería de San Rafael) y cuyo nombre constaba en los mapas y no era un mero apodo por su exceso de sombra. La otra alameda en realidad era el mote de uno de los dos salones del Café Universal, en la calle Granada, porque ese espacio lo solían frecuentar malagueños de luto y además estaba más tranquilo que el otro salón.

Con el tiempo, Cristóbal Colón ganó la batalla nominal de esa Alameda y, que se sepa, hasta el momento a ningún grupo de excéntricos pero de gran interés antropológico como los miembros de la CUP en Cataluña se le ha ocurrido proponer la retirada del nombre por presunto genocida.

Hoy, Día de la Hispanidad, es la mejor jornada para recordar el reciente libro colectivo La sombra de la leyenda negra, publicado por la editorial Tecnos, en la que quince historiadores españoles y extranjeros analizan las verdades y mentiras de esa gran campaña de desprestigio internacional contra la potencia más importante de su tiempo, el imperio español.

Las conclusiones son muy claras. No hubo genocidio y sí abusos y desmanes los primeros 50 años de dominio español, no así en los 250 restantes, cuando la Corona controló la situación y mejoró la situación de los indios. Además, buena parte de las muertes masivas se debieron a nuevas enfermedades traídas por los españoles en el arranque de la conquista.

La prueba más evidente de que no hubo genocidio se encuentra en los millones de descendientes de indios que hoy viven en los que fueran virreinatos (no, colonias), mientras que en América del Norte hay que buscarlos con lupa. Los norteamericanos, sin leyenda negra a sus espaldas, convirtieron la matanza de indígenas en un género cinematográfico, las películas del Oeste, jaleadas en las salas desde hace décadas.

Y no hay que olvidarse de las dos expulsiones de los indios de La Pampa que el gobierno argentino realizó durante el XIX.

En la conquista de América por los españoles hubo esclavitud, saqueos, crímenes y crueldades, principalmente en el primer medio siglo de dominación, pero no existió nunca voluntad de exterminio.

Que sepa, ningún pueblo que ha conquistado a otro lo ha hecho repartiendo golosinas, incluidos los romanos y los árabes en España. Concluir que los conquistadores españoles practicaron el genocidio es, a ojos de estos expertos, una barbaridad sin base histórica.

Si los expertos de la CUP tienen evidencias desconocidas hasta ahora, que las aporten. Mientras tanto, la malagueña Alameda de Colón está bien como está.

2 respuestas a «La Alameda de Colón está bien como está»

  1. Para cualquier ciudadano mínimamente versado en Historia y sensible hoy 12 de Octubre, día de la fiesta nacional de España no hay nada que celebrar.
    El 12 de Octubre es la fecha de uno de los mayores genocidios de la Historia: el famoso «descubrimiento de América». Lo primero que hay que señalar es que hasta el nombre es ofensivo, puesto que decir que en 1492 se descubrió un continente que llevaba miles de años habitado por seres humanos es únicamente una muestra del disparate intelectual de dejarse llevar por el eurocentrismo más ignorante.
    Esta fecha además fue el inicio de un exterminio físico, cultural y económico de toda una serie de pueblos y naciones que comenzó con el más que avaro Almirante de las Indias tal y como lo muestran sus cartas personales, en donde la codicia del «descubridor» no tenía límite alguno.
    Después llegaron hordas de ansiosos conquistadores, que fueron esclavizando una a una a las distintas poblaciones indígenas con las que se fueron encontrando, en una depravada y sistemática búsqueda de oro y riquezas que llevo en la práctica a la instauración de una esclavitud que duró siglos y que implicó a millones de indígenas para intentar satisfacer las siempre insaciables necesidades económicas de una monarquía en perpetúa guerra continental con sus enemigos en Europa. http://diario-de-un-ateo.blogspot.com/2016/10/un-millon-de-euros-para-celebrar-un.html

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.