La dura existencia de las mujeres de la playa

11 Ago

El nuevo número de los Cuadernos del Rebalaje es una conmovedora monografía sobre la vida de las mujeres en las playas del Palo en los años 40 a 60.

Si alguna vez los Amigos de la Barca de Jábega se animan a recopilar todos sus Cuadernos del Rebalaje, la publicación trimensual de la que llevan publicados 35 números hasta la fecha, obtendremos una enciclopedia de la Bahía de la Málaga con gran parte de nuestra cultura marítima.

Hace algunas semanas comentábamos en esta misma sección el número dedicado a la poco conocida visita a Málaga en 1859 de Carlota de Bélgica y Maximiliano de Habsburgo, los futuros emperadores de México que terminaron como el rosario de la aurora al otro lado del charco. En esta ocasión, el número 35 continúa la labor de la antropóloga Eva Cote y después de un monográfico sobre los hombres del rebalaje ahora le toca el turno a las mujeres y en concreto, a las de las playas del Palo.

Porque mientras el marido faenaba lejos, a veces muchas semanas, era la mujer la que se encontraba con el difícil reto de sacar adelante a la familia, muchas veces numerosa.

Esta entrega, Mujeres del Rebalaje, es una mirada atrás a un pasado nada remoto, en el que las casas de la playa se construían con madera y uralita, barro y juncos y la cocina consistía en una hornilla con cuatro piedras. Llama la atención la indispensable ventaja que suponía contar con una casa con dos puertas, delantera y trasera, para que durante los temporales el agua no permaneciera en el interior y arrasara con los pocos muebles que albergaban.

Eva Cote ha entrevistado a veteranas paleñas, las hermanas Kiki y la Ichi, Antonia la Burteña (nació en El Bulto), Loli de las niñas, Antonia Jódar y Loli Caparrós para ofrecer un fresco de la vida en la playa en los años 40 a 60, sobre todo, marcados por la pobreza y el trabajo duro. Hay que recordar que, como cuenta una de ellas, el agua corriente no llegó a la zona hasta mediados de los 70.

Estamos ante una vida alimentada con boniatos, cazuelas de fideos y arroz y por supuesto, pescado. Por cierto que muchas de estas mujeres trabajaban, cuando se terciaba, en las numerosas industrias conserveras de pescado del barrio, también llamados freidores.

Acompaña la publicación una selección de fotografías de gran valor del escritor Joaquín Ruano, el CTI, y del archivo de Gustavo Sánchez, entre otros.

En nuestros días, el barrio de pescadores del Palo es otra cosa, pero en cuanto al equipamiento público, la zona se resiente por contar con un paseo marítimo desfasado y sucio y que se mantiene con cada paso del cometa Halley, como informó hace unos días este periódico.

En cuanto a Cuadernos del Rebalaje, hace unos días uno de los miembros del consejo de redacción, el profesor Felipe Foj, comentaba que ya hay colaboraciones para los próximos dos años. La calidad, novedad y seriedad de esta publicación, que inició su andadura en 2010, son su mejor propaganda. Pueden encontrar los últimos 34 números en www.amigosjabega.org y Mujeres del rebalaje en https://goo.gl/lVwXHW

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