La zona verde con los restos de dos molinos de San Telmo acumula basura y matorrales y sigue sin dedicarse a los guardas del Acueducto de San Telmo.
Más de una vez hemos hablado en estas páginas del Acueducto de San Telmo. Parafraseando un poco a Winston Churchill, puede decirse que nunca tantos hicieron tan poco, porque en la fundación que gestiona el acueducto están todas las administraciones y entidades posibles y sólo falta que se una la Real Academia de la Lengua para que «acueducto» lo escribamos sin faltas de ortografía.
Como resumía el desaparecido Javier Aguilar, el último guarda del acueducto, de cuyo fallecimiento está a punto de cumplirse un año, «promesas, todas las del mundo».
Y con la excepción del ajardinamiento y recuperación del puente de los Once Ojos, realizado por el Ayuntamiento, el monumento, Bien de Interés Cultural, continúa a la cuarta pregunta, sin una administración única que se haga cargo de ella, lo que permite brindis al sol como el compromiso de la Diputación de hace casi tres lustros de rehabilitar la alcubilla mayor de San Telmo, en calle Refino, todavía a la espera de tan magno acuerdo.
Así que del parque que hay en la zona próxima al Cementerio de San Miguel, más cerca del Lidl, con los restos de dos molinos que se nutrían de las aguas del acueducto, uno de ellos de mármol, no hay que hacerse grandes ilusiones. Este parque esconde el puente de Fuente Olletas de 15 metros de altura, que asoma un poco a la superficie.
Los restos nos ofrecen estos días matorrales y una buena cantidad de basura. Cuando vivía Javier Aguilar propuso, junto con su padre Enrique, antiguo guarda también, que esta zona verde sin nombre llevara el nombre de Parque de los Guardas del Acueducto. Ahora que está a punto de cumplirse un año de la muerte de Javier sería el momento de llevarlo a cabo. De paso, a ver si los políticos echan una manita a este olvidado BIC del XVIII. Ya no cabe ni un cargo más en la fundación que lo gestiona.
Música y Cervantes
Habrá que concluir que quienes critican que no se conmemora en condiciones el 400 aniversario de la muerte de Cervantes es porque no han comprobado la realidad. En Málaga, la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo, que invitó a nuestra ciudad de conferenciante esta primavera a uno de los máximos expertos sobre Cervantes, el ameno profesor Jorge García López, este sábado ofrece una preciosa biografía musical de don Miguel.
El grupo Angelicata Consort ofrecerá danzas, canciones, romances y piezas musicales, casi todas contemporáneas de Cervantes, con excepciones como Manuel de Falla, con dos fragmentos de su quijotesco El retablo de maese Pedro.
El concierto se divide en las ciudades y pueblos que marcaron la vida de Cervantes. Violas da gamba, laúd renacentista y guitarra barroca para un concierto con entrada libre hasta completar aforo. A las 20 horas mañana sábado en la sala de conciertos María Cristina. Felicidades.