Si los políticos mencionan de higos a brevas la «lealtad institucional» es porque esta no se produce con asiduidad y es más habitual el tratar de jorobar en la medida de lo posible a la administración de enfrente y ponerle las trabas que hagan falta.
La visión partidista de la política, valga la redundancia, convierte a la administración de enfrente, llámese la Junta, el Ayuntamiento, la Diputación o el Gobierno Central, en el enemigo de Gila. De esta forma, las ciudades españoles se desarrollan a trompicones y a pesar de la deslealtad institucional generalizada.
Quedan, claro, algunos políticos libres de las anteojeras pero son bichos raros, generalmente gente de paso que no se ha formado en las juventudes del partido, y así salen de raros e independientes.
Este preámbulo viene a cuento por una denuncia, presentada hace un año por el entonces concejal de Churriana José del Río, y que fue recogida por La Opinión de Málaga.
Por aquel entonces, vísperas de las elecciones municipales, José del Río acusaba a la Junta de «chantaje» por no autorizar al Ayuntamiento a retirar un antiestético poste de teléfono y a soterrar la línea, el último paso para terminar una plaza ajardinada, a la entrada de la calle Torremolinos de Churriana que hasta entonces era un secarral.
El delegado de Urbanismo de la Junta, Francisco Fernández España, negó con rotundidad «cualquier chantaje» y recordó que las obras municipales no habían sido autorizadas porque quedaba pendiente de firmar un convenio de carreteras del año 2013 entre las dos administraciones. El delegado recordó, no obstante, que bastaría con que Telefónica pidiera retirar el poste para que se autorizara la retirada.
No está muy claro quién tiene la razón en esta contienda administrativa pero el hecho innegable, un año después, es que el poste antiestético sigue enhiesto, como el palo mayor del buque escuela Juan Sebastián Elcano, a la entrada de Churriana.
Gracias a esta enigmática pervivencia el efecto reparador de esta plaza ajardinada queda anulada por el cutrerío del poste, que no contento con ser un palitroque, cuenta con un segundo palo que funciona de soporte para conformar un primitivo homenaje al triángulo rectángulo.
El poste deja además en el más absoluto anonimato una escultura instalada detrás, a pocos metros. Se trata de la obra …Sobre una ola de Manuel Moreno Martín, fue inaugurada en mayo del año pasado y es una ondulante escultura que no tiene el protagonismo que merece por el cutrerío telefónico vecino.
El espacio ajardinado, por lo demás, ha terminado para siempre con un inhóspito cagadero de perros y se pone a la misma altura estética que la zona verde de enfrente, al otro lado de la carretera: los jardines dedicados a Francisco Canturla Grau, el fundador de la banda de música del barrio.
El poste, símbolo de la lealtad institucional malaguita, sigue a lo suyo. Lástima.
No entiendo de politica, ni de partidos, ni de colores, solo entiendo lo bien que José del Rio trabajó para mi «pueblo» es el mejor concejal que ha pasado en mucho tiempo por Churriana,está a años luz de la actual y de todos los demas que han pasado por aquí. Tampoco entiendo ni sé quien tiene razón en este tema del poste telefónico, pero hay una cosa que es coherencia, y ese Poste sobra en ese parque.
P.D. Por si lo lee el alcalde(que lo dudo), Vuelva a poner a José del rio como concejal de Churriana por favor!
Aitor, el sr. del Río está muy bien ubicado en el palacio de deportes y no creo que tenga muchas ganas de volver a Churriana.