Un inhóspito pasaje junto a los molinos de San Telmo conduce al puente del Arroyo Hondo, que exhibe estos días una florida dejadez institucional.
Ayer esta sección se dio una vuelta por los restos de un antiguo sendero que, por mitad del campo florido, en las inmediaciones del túnel de San José, conduce hasta la puerta del psiquiátrico de los Hermanos de San Juan de Dios. Como parte negativa del trayecto, los túmulos de tierra con objetos semienterrados, depositados por antropoides malaguitas, en su afán por regresar, metafóricamente, a los árboles, no sin antes deteriorar el Medio Ambiente y cargarse el paisaje (si el Ayuntamiento no recoge lo acumulado en estos lares, tomen nota los chatarreros).
Muy cerca de la zona existe un camino que comparten coches y peatones y que conduce hasta el Parque Natural de los Montes de Málaga. Se encuentra a un tiro de piedra del falso túnel que hay que cruzar para entrar en el Jardín de La Concepción, en una bifurcación junto al Camino de Casabermeja.
Estamos hablando del Sendero Picapedreros-Boticario, de 650 metros, la mayoría en cuesta. Al lado del cartel que anuncia el sendero, otro de mayor tamaño recuerda a malagueños cívicos y homúnculos que está «prohibido arrojar escombros y residuos bajo multa», pero este último colectivo se salta la prohibición a la torera: al menos dos homúnculos han depositado, a unos 150 metros de la prohibición, sendas montañitas de escombros, a no ser que se trate de un cabestro aislado que, al contrario que Pulgarcito, por donde pasa va dejando ladrillos en lugar de migas de pan.
El camino es apto sólo para peatones con suelas resistentes pues abundan los baches de una profundidad que quizás interese a los espeleólogos, así que el conductor deberá tener cuidado. Antes de llegar a la entrada del Parque Natural, precedido por una cuesta que recuerda el ascenso del Tourmalet, a la altura de los dos antiguos Molinos de San Telmo, uno de ellos todavía con el aspecto primitivo, hay que tomar el caminito de la derecha por el poco falta para tener que avanzar de lado, porque es un estrecho pasillo cuajado de enredaderas y follaje de todo tipo en el que muy bien se podía haber rodado alguna escena de Apocalypse Now.
Y tanta estrechura porque aunque no lo parezca, este pasillo vegetal conduce a uno de los puentes más bonitos del Acueducto de San Telmo, que como muchos saben o sospechan, es un Bien de Interés Cultural que en su inmensa mayoría se encuentra a la cuarta pregunta, entre otras cosas porque lo gestiona una fundación que se reúne coincidiendo con el paso del cometa Halley y que para empeorarlo más está integrada entre otras instituciones por el Ayuntamiento, la Junta y la Diputación, así que al no pertenecer a ninguna en exclusiva, el acueducto se limita a sobrevivir a la espera de políticos mejores.
El puente en concreto es el del Arroyo Hondo, de 15 metros de altura, en fábrica de ladrillo, y luce abandonado y tomado por las hierbas. Quién sabe si el siglo que viene el acueducto no se convertirá en otro Caminito del Rey. El actual no apunta.
Si quiere le puedo enseñas la parte posterior del acueducto y todo el camino que atraviesa el Sanatorio. de San JOse,