Nuevas pintadas ‘flower power’ en Pedregalejo

3 May

La casa mata recubierta de mensajes positivos recuerda por su factura y la estética de manual de autoayuda a las piedras tibetanas de los Baños del Carmen.

El sábado pasado, en el paseo de esta sección por el Parque, recorrimos con asombro de recién nacido los paneles otrora blancos del recinto musical Eduardo Ocón. Los amantes del grafiti sin pizca de ingenio beben los vientos por estas superficies blancas en las que pueden inmortalizar sus nombres o apodos e incluso dibujar tejeringos que lo mismo evocan alguna parte de la anatomía masculina.

Desde que el firmante escribe en esta sección, que el mes pasado cumplió 17 años, ha estado muy presente su fascinación por las pintadas y cómo, en un mundo en el que la Humanidad va camino de cambiar la lectura atenta por el zapeo de letras en una pantalla, todavía quedan tribus urbanas capaces de plasmar sus logros en una pared impoluta, con independencia de que ésta sea un cascajo o un Bien de Interés Cultural.

A la primera categoría, pintadas en un cascajo, pertenecen los prodigiosos grafitis de hoy, cuyo contenido entronca con una noticia friki que dimos aquí mismo el pasado 9 de marzo. Ese día hablamos de las piedras tibetanas de los Baños del Carmen. En la playa del antiguo camping del Balneario nos topamos con una agrupación artística de piedras, colocadas por un ser desconocido al modo de las del Torcal de Antequera. Estaban decoradas con dibujos y mensajes a medio camino entre el hippy fumao y el turista aquejado por el mal de altura en Katmandú.

Eran mensajes de estilo flower power realizados en una mezcla de español e italiano. Y, curiosamente, el mismo tipo de letra y palabras sacadas de un libro de autoayuda encontramos en una casa mata junto al mercado de Pedregalejo, en la esquina de la calle que recuerda al practicante Pedrito Román y la que homenajea al periodista malagueño de los años 20 Navas Rodríguez, alias Zaragüeta.

La casa mata aparece tan pintada como el elefante de la película El guateque y además el concepto es el mismo. La retahíla de palabras bellas de la fachada recuerda a un reciente anuncio de colonia protagonizado por la actriz Cate Blanchett: Salut, Rispetto, Armonía, Felicida, Utilitá, Pace, Sincerita, Pensiamiento positivo….

Además hay corazones de color rosa, espirales, una de las puertas está pintada como si fuera la piel de un dálmata y en las jambas de la puertas nuestro autor anónimo ha dibujado símbolos egipcios. Además, hay algún símbolo pseudo tibetano que recuerda al de las piedras de la playa del Balneario del Carmen.

Todos estos datos nos hacen concluir con toda precaución, porque un servidor no es grafólogo, que el autor de las piedras tibetanas y el de la decoración de la casa mata es el mismo personaje. Y qué quieren que les diga, estas pintadas no resumen precisamente el pensamiento político de Donald Trump. Solamente por eso y aunque haya enmascarado una modesta vivienda tradicional, este anónimo maharishi del buen rollito ya tiene las simpatías del firmante.

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