De los jabalíes de La Concepción y otras hierbas

15 Ene

La causa principal del mal estado del jardín botánico es la escasez de inversiones y la falta de trabajadores por la crisis económica.

La experiencia indica que, en ocasiones, la política es el arte de liar lo sencillo con el objetivo de que los responsables políticos se marchen de rositas. Es lo que está pasando con las denuncias sobre el mal estado del Jardín Botánico de La Concepción.

Pese a que los geólogos llevan siglos advirtiendo de que Úbeda no tiene lomas de consideración, nuestro alcalde se dio ayer un breve paseo por los cerros de Úbeda al señalar la falta de coordinación entre los departamentos de botánica y mantenimiento como una de las causas principales del mal estado del jardín, aparte de la falta de personal. Puede que influya pero el motivo principal es sin lugar a dudas la escasez de trabajadores, una situación motivada por la crisis que trasciende a los responsables actuales del jardín, pues como señalan varias fuentes consultadas por este firmante, La Concepción lleva unos seis o siete años con apreturas y sin el mantenimiento adecuado.

Ahora que arrecian las hojas secas los pocos jardineros que trabajan en La Concepción tienen que realizar un trabajo digno de Hércules para mantener a raya los árboles de las plataneras y al mismo tiempo seguir con las tareas diarias que necesita esta zona verde. Hace unos ochos años que un par de jabalíes se coló por un agujero el muro de La Concepción y han criado una respetable familia que trata de salir adelante arrasando todo lo que pueden por las noches. Los jardineros que se jubilan no son sustituidos y los trabajadores, sean del departamento que sean tienen que emular el número de los platillos chinos para intentar mantener a flote esta joya botánica.

El jardín botánico histórico lleva mucho tiempo en urgencias por causa de la crisis, así que hay que felicitar a los trabajadores que tantos años llevan dedicando sus energías a la antigua finca de los Loring y los Heredia por haber denunciado esta situación. Es una conducta ejemplar que hará posible que la situación empiece a mejorar.

Por desgracia, la sensibilidad botánica del político malagueño medio sencillamente no existe, así que han tenido que ser ellos los que dieran un golpe en la mesa. Ojalá este comportamiento se extendiera a todas las administraciones. Ahora toca hacer todo lo posible por preservar La Concepción y no hay que darle muchas vueltas: con más dinero para plantas y más puestos de trabajo se acabaron los problemas. Suerte.

En Capuchinos

En la plaza de Capuchinos nos encontramos con el blanco monumento a la Inmaculada, erigido en 1921, en plena Guerra de Melilla.

Lo que quizás no muchos conozcan de esta obra, además que desde el principo fue concebida como una fuente con sus dos tazas, es que la imagen de la Virgen es de hierro fundido y no de mármol, aunque al estar barnizada en blanco da la impresión de que ha sido tallada en este primer material.

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