Regreso al antiguo desvío de Tomás de Cózar

18 Nov

Dos años y medio después de que el Ayuntamiento cortara la calle Granada y asustara a los turistas volvemos a la calle más inquietante del entorno Picasso.

En abril de 2013, el autor de estas líneas, vídeo en mano, se dio una vuelta por la calle Tomás de Cózar, uno de los dos desvíos previstos por el Ayuntamiento durante las obras de reforma de la calle Granada. El desvío más sugerente, el que recorría las calles Santiago, Alcazabilla, Císter y San Agustín, era también el más largo, por eso los malagueños con prisas o los turistas poco informados optaban por la calle que recuerda al notario del siglo XVII Tomás de Cózar, vecino de esta calle, cuya avanzada edad le impide dar fe del deterioro del entorno.

En esa ocasión el firmante tituló el reportaje Un desvío de película de terror y elucubró con que las películas de terror del desaparecido Christopher Lee habrían tenido un escenario perfecto en tan tenebrosa vía.

Dos años y medio más tarde puede decirse que la carga terrorífica del pasaje ha bajado algunos enteros y aunque sigue siendo un paseo poco recomendable, salvo en Halloween, ya no da tantos sustos al personal.

Y todo se debe a una pequeña mejora: la desaparición de una fachada mugrienta, de ventanas tapadas con ladrillo y cemento, justo en la parte final de la calle Tomás de Cózar, la que empalma con la calle Aventurero (antes conocida como calleja del Aventurero) justo cuando da un requiebro y desemboca en la calle Beatas.

En lugar de la casa mugrienta hay un solar vallado con chapa, con puerta de entrada y en el interior, salvo alguna botella lanzada por algún beodo, reina el orden: parece un campo recién arado. Un ejemplo de solar en buen estado.

Por lo demás, es la única mejora significativa. El resto de elementos inquietantes sigue ahí: solares inhóspitos, pintadas, balcones con hierros retorcidos como si los hubiera moldeado un huracán… Ayer, sobre las 8.30 de la mañana, una madre pasaba con su niña pequeña de la mano a una velocidad que recordaba la de Usain Bolt en pantalón corto. Por fortuna las obras de calle Granada terminaron hace mucho tiempo y ningún turista está obligado a pasar por Tomás de Cózar salvo los que quieren hacer honor a la vecina calle del Aventurero.

¿Llegará el día en el que el notario don Tomás no nos evoque el pasaje del Terror? Seguro, pero al ritmo que van las mejoras es posible que la infanta Leonor sea por entonces reina de España y en Cataluña Artur Mas celebre los 30 años como bedel del grupo parlamentario de la CUP. Todo sea por saborear un poquito de poder, aunque sea anarcolibertario…

La pancarta

Por cierto que en la mencionada calle Aventurero, en una pequeña urbanización con un precioso patio presidido por un naranjo un vecino ha colocado una pancarta que reza: «Vecinos agredidos contra el ruido». Con este problema del Centro Histórico faltan medidas o como dice el saber popular: Hay mucho ruido y pocas nueces.

3 respuestas a «Regreso al antiguo desvío de Tomás de Cózar»

  1. Años y años en la misma situación. Zona conflictiva y foco de podredumbre no solo por el estado de la calle sino tan bien por la gestión de la misma. Fruto de especulación económica en manos privadas y que la llegada de la crisis paralizó. La rehabilitación sigue a la espera del «milagro». Mientras, los vecinos/as soportamos este «agujero negro» en pleno barrio del Centro.Vergonzoso.
    Gracias Alfonso por darle visibilidad.

  2. Sin duda alguna esta zona es la más deprimida del centro histórico; antes compartía mesa y mantel con la zona de Pozos Dulces y Muro de San Julián, pero ésta ha sido remodelada y hoy, Tomás de Cózar, va camino de ser el hito de lo que no debe durar un día más. Ahí hubo especulación con los edificios y solares que por entonces no valían un duro y se compraron muy a la baja al albur de la remodelación de la zona que iba a propiciar el cacho de edificio del palacio de los Gálvez que el bueno de Salvador Moreno iba a convertir en el hotel emblemático del centro histórico. Pero el hotel no salió. Nada, no pudo ser, y aquella zona se convirtió en lo que es hoy en día, el culo de nuestra preciosa ciudad que, por cierto, bastante sucia por mor de una LIMASA que no quiere verla limpia si ello implica un poco de esfuerzo o 10 minutos del horario laboral de estos privilegiados empleados públicos, casi funcionarios; bueno, mejor que funcionarios porque jamás tuvieron que darse la pechá de estudiar que implican unas oposiciones. Pero ellos, los 1.500 de LIMASA, son así. Únicos y elegidos para el mal. Como la calle Tomás de Cózar.
    Javier Fernández

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.