El pecio terrestre del Séptimo Arte

14 Nov

El espantoso edificio de los cines Astoria y Victoria ya está en la cola del derribo. Habrá que ver cómo queda la zona libre al fin de este morcón sin cuerdas.

Hace unos días, el autor de estas líneas mostraba a sus sobrinos pequeños, al pie de la calle, el edificio abandonado de los cines Astoria y Victoria. Los niños contemplaron el inmueble con la fascinación de quien descubre el cuerpo de una ballena en la playa o un pecio devuelto a la superficie. ¿De verdad en ese edificio se habían proyectado películas?, ¿había adornado la fachada un Supermán más alto que los hermanos Gasol uno encima de otro?, ¿vivía gente en el cine? Era la misma perplejidad-fascinación de quien ahora observa un ordenador antiguo de las hechuras de la plaza de toros. El encuentro con un mundo anterior a tu nacimiento, extraño, tosco y sin embargo, con el encanto de las cosas antiguas.

El mismo letrero gigantesco del cine Victoria que todavía asoma por la calle del mismo nombre era para ellos un hallazgo paleolítico, acostumbrados ya a letreros más respetuosos con el entorno, menos invasivos (aunque en el mismo Centro haya sus excepciones).

Como muchos sabrán el pleno del Ayuntamiento acordó hace un par de días demoler este inmueble que no pasará a la Historia de la Arquitectura y que durante medio siglo, en un paradójico papel, ha entretenido a miles de malagueños al tiempo que ha afeado de manera indecible la plaza de la Merced, que también tuvo que aguantar la demolición y venta de lo que quedaba de la iglesia de la Merced por el inconsciente Obispado de la época, para sustituirlo por un espanto que hubo que camuflar y poner a tono con las Casas de Campos.

El primer impulso del firmante es que pase tiempo hasta que en el solar resultante se construya algo –si la Junta autoriza la demolición, ojo–, ante todo para ver cómo resultaría, por ejemplo, un jardín junto a la plaza de la Merced. Si esta queda desfigurada o no con la pérdida de uno de sus lados, aunque haya sido un lateral estéticamente lamentable durante tantas décadas.

En proporción sería, eso sí, uno de los jardincitos más caros de Europa por el dinero desembolsado por nuestro Ayuntamiento para comprar el pecio terrestre.

Por eso, es más probable que el concurso de ideas y la consulta ciudadana desemboquen en algún edificio. Es prácticamente imposible levantar algo más feo que el Astoria así que los malagueños saldremos ganando.

En cuanto al uso del edificio, no descarten ni gastronomía ni museos-cultura, que es lo que en Málaga funciona desde el desplome del ladrillo. En este sentido, incluso podría ser algún equipamiento, al menos parcial, para el Festival de Cine Español, con lo que la parcelita seguiría estando ligada al Séptimo Arte…. todo puede ser.

Goriláceos

Hace unos días amaneció un contenedor de vidrio con un impacto similar al de una bola de cañón en la calle Sevilla, adornado además con arañazos. El gorila de la Calle Morgue, el del cuento de Poe, habría hecho lo mismo.

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