Hasta el 10 de enero sigue abierto en el Mupam la exposición sobre el siglo y medio del tren Málaga-Córdoba, con las increíbles fotografías de José Spreáfico.
«Debió de ser como un ejército en marcha», recordaba el pasado 19 de agosto en La Opinión el catedrático de Historia Contemporánea Cristóbal García Montoro en referencia a los trabajadores del tren. Ese día se conmemoraba el 150 aniversario de la llegada del ferrocarril a Málaga, una obra ingente realizada por cientos de trabajadores que consiguieron arrinconar la centenaria diligencia y poner de moda un transporte que hace siglo y medio alcanzaba la increíble velocidad de 50 kilómetros por hora.
Para unirse a la conmemoración, el Museo del Patrimonio Municipal inauguró el pasado 28 de septiembre una exposición conmemorativa de la que ha sido comisario Cristóbal García Montero y que puede visitarse hasta el 10 de enero de 2016. La muestra es un buen ejemplo de cómo con un presupuesto ajustado se puede montar una exposición muy digna y clarificadora, ideal para que el visitante se quede con los datos fundamentales de esta aventura que duró alrededor de cuatro años y medio y que logró comunicar Córdoba con Málaga «en menos de ocho horas», como recuerda un precioso ejemplar conmemorativo de El Correo de Andalucía publicado con motivo del inicio de las obras en marzo de 1860 y que puede verse en la muestra.
Hay retratos, cómo no, de los próceres, quienes se jugaron los cuartos por la aventura: Tomás Heredia, Martín Larios y Jorge Loring, aunque si hubiera que resaltar a uno de ellos, sería el último, que tanto trabajó por el tren junto con el gobernador de la época, Antonio Guerola, un político con el que Málaga tuvo la suerte de contar pues era trabajador, culto, metódico y entregado a su misión, como dejó constancia en sus prolijas memorias de sus años en nuestra ciudad.
Afortunadamente, de esos años bravíos del ferrocarril nos quedan magníficas fotografías que pueden verse en la exposición. Son las instantáneas tomadas por el fotógrafo italiano fallecido en Málaga José Spreáfico y que luego, compiladas en un álbum, le fueron entregadas a Isabel II. Las fotos nos ofrecen la evidencia de lo que debió suponer en paisajes apenas alterados en siglos, la llegada de gigantescas estructuras de hierro.
A este respecto una de las fotos más curiosas nos muestra a dos bandoleros, trabuco en mano, en mitad del puente de Pizarra. Tradición y progreso inmortalizados por el fotógrafo italiano.
Al autor de estas líneas la instantánea que más le impresiona es una vista posterior de la estación de Málaga en la que la recién inaugurada infraestructura se nos presenta en mitad de un campo de flores. Pasen y disfruten con esta pequeña pero provechosa exposición.
En el carril bici
El pasado domingo apareció en mitad del carril bici de la Cruz del Molinillo un sanitario, artefacto popularmente conocido como váter. Se ignora el motivo de tan majadera acción.