Las obras que se olvidaron de la laguna

Mientras todo lo que la rodea se adecentó hace cerca de un año, la laguna de la Barrera sigue sucia y acumulando en su seno objetos asombrosos

Más de 200.000 euros costó el arreglo del parque de la Laguna de la Barrera, que fue reabierto en agosto del año pasado. La principal mejora fueron los caminos, antes sendas de tierra surcadas por las profundas huellas del agua, lo que convertía todo paseo en un festín para los traumatólogos.

Más de un año después algunas de estas mejoras se han volatilizado y resulta obvio que nuestro Ayuntamiento ha obviado la laguna. Ustedes disculpen que un servidor eche mano de una expresión tan cansina como manida pero la laguna es una de las asignaturas pendientes de nuestro Consistorio. De hecho, el firmante tiene verdaderas dudas de que nuestros nuestros responsables directos hayan pasado más de 10 minutos junto a ella, más allá del día de la reapertura.

Porque es imposible no pasar por esta antigua cantera de arcilla sin percatarse de la escombrera que se extiende por la orilla. Puede que haya una capa original de escombros, pero a la vista quedan palés más modernos, ruedas y hasta la bovina de alguna torre vecina de alta tensión. ¿Nadie se anima a retirarlos?, ¿estamos en un parque municipal o en un parque temático de la película Mad Max?

Ayer flotaban en sus aguas como boyas alcohólicas cuatro botellas de cerveza mientras asomaban las ruedas de un carrito de niño. Además, como comentaba un barrendero, se las vieron moradas para recuperar los cuatro o cinco toboganes que los primos de los gorilas ruandeses lanzan de forma periódica a la laguna, sin olvidar algún que otro colchón y muchas papeleras.

Pero es que por no contar el personal de limpieza no cuenta ni con ganchos o redes para recoger algunas de estas porquerías que tiran en la laguna, que ahora mismo debe contener, además de un vertedero en constante crecimiento, el mayor porcentaje de mascotas caseras de toda Málaga. Y no es una exageración porque aunque por allí pululan ánades reales salvajes, también hay patos, ocas, carpas chinas y tortugas, animales todos ellos liberados por los malagueños, incluido algún conejo que no ha tenido un buen futuro con tanto perro por el parque.

Las ocas, por cierto, también se la juegan porque cuando se acaba la hierba en las inmediaciones por la noche salen del parque, cruzan la carretera (la calle Juan Francés Bosca) para una recena de hierba en la mediana.

El parque ha mejorado bastante con las obras de 2014 aunque se han perdido mucho de lo que se plantó. También falta un parque infantil que algún bachi-buzuk quemó en su día pero en líneas generales puede decirse que se adecentaron bastante bien los alrededores.

Pero lo fundamental de este parque es el meollo: lo que hay en el centro lleno de agua. Resulta increíble pero pese a las obras de mejora, lo que sigue en el olvido absoluto es la Laguna de la Barrera. Habrá que soltar otras expresión manida del periodismo a ver si caen en la cuenta: «Es la laguna, estupido». Pues eso.