Todo el mundo habla de Málaga en Gibralfaro

17 Jul

Aprovechando que estamos en temporada alta, el cerro vuelve a exhibir su poderío botellonero y un preocupante número de cristales rotos entre la hojarasca

El pasado solsticio de verano dejó por todo el mundo ritos interesantísimos que celebraron el triunfo del sol. También por estas fechas en Málaga se está gestando, año tras año, un ritual menos luminoso porque es un descorazonador rito burocrático con unos pasos fijos: un periódico, en este caso La Opinión, denuncia la suciedad en el Monte Gibralfaro, un punto muy concreto próximo a la calle Mundo Nuevo en el que criaturas arborícolas celebran ceremonias de exaltación beoda y dejan el cerro hecho unos zorros. A continuación, un grupo municipal de la oposición suele presentar una moción denunciando la porquería que acumula el monte y el equipo de gobierno reacciona enviado algunos barrenderos… hasta la próxima denuncia.

Desde luego, si la limpieza del monte es cíclica, los ciclos no parecen coincidir con la temporada alta del Turismo en Málaga.

En el Monte Gibralfaro, en este punto de reunión botellonera hay periódicos amarillentos británicos con fecha 11 de junio, así que hace más de un mes, como mínimo, que esa basura no se retira.

Pero lo más grave es la preocupante abundancia de botellas de cristal enterradas entre la hojarasca, muchas de ellas hechas pedazos. Al firmante, que acudió ayer a la (reducida) zona a primera hora de la mañana ligero de equipaje, la única solución que se le ocurrió fue trasladar las botellas que encontraba a los senderos de tierra, pero lo cierto es que no hace falta que un mendrugo se fume un cigarrito en el monte para que en Gibralfaro se escenifique la Danza del Fuego y no precisamente fatuo.

Pero este paseo por el monte botellonero nos deja también imágenes irónicas: al pie de un pino descansa entre las hojas secas un bolso de mujer despanzurrado y la página de una revista inglesa con este titular: «Todo el mundo está hablando de Málaga». Ni hecho adrede.

Aunque lo más bochornoso se encuentra al pie de las murallas de la Alcazaba. La mierda, con perdón, desciende la ladera y se va acumulando sin ningún complejo junto al Bien de Interés Cultural: botellas, plásticos, hueveras de cartón…

Son tan aburridos los pasos que conforman este ritual burocrático que bien podría nuestro Ayuntamiento reconocer de una vez que no tiene medios para limpiar siquiera esta pequeña estribación del monte cada diez o veinte días, como muestran las evidencias.

Es lo que sucede por ejemplo en el Monte de las Tres Letras (también llamado de la Victoria o de San Cristóbal). Desde hace años es la ONG Gea la que se encarga de la limpieza periódica. Pero algo así no sucederá ni en pintura. Tengan la seguridad de que el rincón más marchoso de Gibralfaro se limpiará, puede que ahora o cuando rebose de botellas tras el verano. Y hasta la próxima denuncia en la prensa.

Crucemos los dedos para que no dance ningún fuego. Todo el mundo habla de Málaga en Gibralfaro…pero en qué terminos.

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