En Málaga existe una plaza que es una lección al aire libre de Geometría y otro espacio muy parecido que no se renueva desde el bautizo de Cánovas
Ni siquiera el famoso griego Isósceles y su esposa Hipotenusa habrían ideado en sus sueños pitagóricos algo tan bonito como la placita que existe en Ciudad Jardín.
Los responsables del callejero no se rompieron la cabeza. En Málaga hay calles con nombres de incuestionable fama internacional como Jane Bowles, Sherlock Holmes o Gounod y que malagueños poco duchos en idiomas convierten en restos de una lengua milenaria e ignota. Por eso, quienes no nacieron para políglotas o vinieron al mundo con un oído enfrente del otro agradecen que esta placita de Ciudad Jardín lleve el nombre nada enrevesado de plaza Triangular. Sin más pamplinas. De hecho, vista desde el espacio pero también a ojo de buen cubero forma un triángulo y para ser más precisos un triángulo de los que se aprenden en el colegio, con su alargada hipotenusa y los dos catetos.
Arropada por casas blancas y con una discreta comunicación con la calle Emilio Thuillier, para llegar hasta la plaza triangular sólo hay que llegar al mercado de Ciudad Jardín y preguntar por ella, porque está semiescondida.
Las discretas dimensiones del triángulo, una lección de Geometría al aire libre –como de Geografía es el Colegio del Mapa– han dado sin embargo para mucho: está aprovechado casi hasta el máximo y en la confluencia de uno de los catetos con la hipotenusa hay un rumboso parque infantil rodeado por ficus.
En el otro extremo, el triángulo se parte en dos y queda un espacio para aparatos de gimnasia presidido por una palmera, así que en verano se recomienda ejercitar los músculos hasta las 10 de la mañana y a partir de las 8 de la tarde para no perecer.
El remate del triángulo es lo único que crece a su aire, una parcelita con trazas de haber tenido un mantenimiento en el pasado. En todo caso, el aspecto general de esta singular y discreta plaza es buena y contrasta con un misterioso triángulo de tierra al pie del sanatorio de mujeres (Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón), en la calle Rosario Pino y que termina en la calle Sotomayor. En ese estado de barbecho, utilizado como polvoriento aparcamiento, lleva desde el bautizo de Cánovas, tirando por lo bajo.
Fuentes municipales informan a esta sección de que se trata de una parcela municipal a la espera de una providencial unión con la calle San Juan Bosco (en abril, por cierto, una de las calles más hermosas de Europa por la floración de las bauhinias).
Hasta que florezca esta unión el terrizo seguirá soñando con ser como la plaza que tiene un poco más arriba, la plaza triangular. Lo tiene crudo.
Peligros
Ante una señal de perro peligroso con el perfil de un bull terrier en el parque canino del Morlaco un dueño ofendido escribe: «El bull terrier no es una raza peligrosa. Dejen de crear prejuicios».
Plaza Triangular…. Algunos vivimos un tiempo ya lejano en ella y aprendimos a montar en una pequeña bicicleta cuando todo eran piedras y un colegio nacional prefabricado presidia en el centro de la misma.