El azahar está tan metido en el ADN del cofrade malagueño que todo pregón de Semana Santa que no incluya, cuando menos, una leve alusión a la época de floración del naranjo como anuncio floral de la Semana Mayor se considera apartado de la oratoria cofrade.
En suma, sin una alusión al azahar –entre otros requisitos obligatorios como el repaso a todas las cofradías del Domingo de Ramos al de Resurrección– no se consideraría un pregón muy cofrade, pues los pregones son como el cricket, con unas reglas muy precisas y la improvisación se deja mejor para el jazz.
Qué duda cabe, por tanto, que el azahar recibe cada año en Málaga su buena ración de parabienes. Sin desmerecer de la bellísima flor del naranjo, tanta veneración deja en un segundo plano auténticos milagros florales que, justo en estos días, tienen lugar en un rincón de Málaga.
Nos referimos a la calle San Juan Bosco, en Capuchinos, que justo ahora, a mediados de abril, se transforma en una de las calles más hermosas de España.
El resto del año puede que los paseantes no encuentren en ella nada de especial con respecto a otras calles del barrio pero es ahora, en esta primera parte de la primavera, cuando la transformación se hace plena: los árboles que la jalonan, desde la altura de la calle Rodríguez hasta calle Albéniz ofrecen una floración espectacular con flores rosas y blancas que recuerdan a las orquídeas.
De hecho, estamos hablando de la maravillosa floración de las bauhinia o árbol orquídea, unos ejemplares que alcanzan las más altas cotas de belleza durante el mes de abril y que proporcionan a este rincón de Capuchinos una apariencia de paraíso asiático, porque la bauhinia, llamada así en honor de los botánicos suizos Caspar y Johann Bauhin, es un árbol procedente de la India y Birmania.
Ayer, el autor de estas líneas fotografió este espectacular panorama y lo cierto es que algunos vecinos miraban a un servidor como si hubiera recibido, tiempo ha, una pedrada en la cabeza.Habrá que concluir que fotografiar flores está considerado un comportamiento excéntrico, y que lo normal en nuestros días es inmortalizar a algún famoso o futbolero con peinado de mujer, hombre (o viceversa).
Una bauhinia ciertamente notable es la que podemos disfrutar en la avenida del Pintor Sorolla con el Paseo de Miramar, pero lo de San Juan Bosco son palabras mayores por el número y porque se alternan los árboles de flores rosas y blancas.
El Ayuntamiento planea retirar algunos ficus de la avenida Andersen, en el Puerto de la Torre, y sustituirlos por bauhinias, informa la asociación de vecinos. Los ficus dan muchos problemas con las raíces así que el recambio de ficus por bauhinias, aunque den trabajo a los barrenderos, seguro que dará que hablar cada mes de abril. Por de pronto, si tienen ocasión den una vuelta por San Juan Bosco. Este espectáculo botánico tiene fecha de caducidad.
La pena es el estado lamentable en que se encuentran las calles alrededor de estos bellos árboles por la falta de iniciativa del ayuntamiento. Solares abandonados, llenos de maleza que alcanza la altura de árboles y sin cercar apropiadamente, baches en todas las calles, un asfaltado de cemento lamentable, etc etc etc