Alrededor de 16 meses ha tardado en reponer el cartel indicador del Museo Picasso en la esquina de calle Granada con San Agustín, donde tiene la sede.
Podríamos decir eso de Los jueves, milagro, en homenaje a la película de Luis García Berlanga, pero lo cierto es que el milagro burocrático fue detectado en la mañana del pasado miércoles, después de que el martes, el autor de estas líneas fuera testigo de cómo una pareja de turistas desamparados bajaba la calle Granada y al llegar a la intersección de la nueva plaza de la Judería buscaba un cartelito indicador en vano, desamparo que se repetía en la esquina de la calle San Agustín –ni rastro del cartel indicador del Museo Picasso, museo que por cierto tenían delante de las narices–. Finalmente, preguntaron a un autóctono y este les informó de que estaban a un tiro de canica de lo que buscaban.
El miércoles, en todo caso, se manifestó el portento. Es sí, el Ayuntamiento de Málaga ha tardado alrededor de 16 meses en reponer un cartel de información turístico en uno de las principales esquinas de la ciudad pero tras este largo parto, el cartel luce feliz y cuajado de información: por ahí se va al Picasso.
Al comienzo de estos cerca de 16 meses de orfandad, un técnico municipal informó al autor de estas líneas de la ingente cantidad de señales turísticas con las que tenía que bregar el Consistorio. Tenía razón, así que esta sección esperó un tiempo prudencial. Pasado este, se evidenció que ni en el más remoto paraíso fiscal del Reino Unido –y tiene a puñaos– se daba un índice tan alto de cuajo administrativo y desgana. ¿Habría demostrado nuestro Consistorio la misma actitud bostezante de tratarse de un museo municipal y no de la Junta? Si alguna vez falta un cartelito en la Casa Natal, habrá que poner el cronómetro a cero. En todo caso, no sería mala idea convocar a jueces del Guinness por si estamos ante un récord, cuando menos continental, en tardanza de reposición de este tipo de señalética, con perdón por el palabro.
El pasado 21 de febrero, un servidor aventuraba cuatro teorías, a cual más insospechada, para explicar esta lentitud. La explicación de por qué se ha repuesto en estas fechas parece menos nebulosa. Queda demostrado que en estas semanas mágicas previas a las elecciones municipales algunos de nuestros deseos se pueden hacer realidad y los políticos se comportan como Mary Poppins con un bolso el doble de grande que en la película de Walt Disney.
Nunca es tarde si la dicha es buena. Felicidades al Ayuntamiento porque al final se hizo notar. Sólo hay que cruzar los dedos para que el cartelito nos dure. Caso de que volviera a marcharse por los cerros de Úbeda y con cuatro años por delante sin elecciones municipales, apretémonos los machos.
Los tapados
Comerciantes de la calle Méndez Núñez han escrito al Ayuntamiento para mostrarle su enfado por los camiones de reparto que hasta la 1 de la tarde han tapado a diario sus tiendas esta Semana Santa, cuando los establecimientos además no abrían por la tarde. Mal negocio.