En 2002 el Ayuntamiento entregó a los vecinos un plano de cómo quedaría la nueva tribuna de Semana Santa que en nada se parece a la exageración actual
Al hilo de la crónica de ayer sobre nuestra simpar tribuna de Semana Santa, auténtica oda metálica a la burbuja inmobiliaria en mitad de la plaza de la Constitución (o lo que queda de ella durante su presencia), la asociación de vecinos Centro Antiguo ha tenido el detalle de enviar a esta sección un revelador documento.
Fue entregado en 2002 por el Ayuntamiento de Málaga a la asociación de vecinos durante las obras de peatonalización de la calle Larios, para informarles de cómo quedaría la futura tribuna de la Agrupación de Cofradías en la remodelada plaza.
A tal fin, el plano enviado incluía en el centro de la plaza una circunferencia punteada, recuerdo del sitio que ocupaba la fuente de las Gitanillas de Adrián Risueño y detrás, el nuevo mobiliario de la fuente de Génova, de regreso a la plaza tras su paso por el Parque, así como la nueva hilera de palmeras.
Según este plano, la tribuna sólo ocupaba la mitad de la desaparecida fuente de las Gitanillas. Es decir, que si contamos la plaza hasta el antiguo edificio de la Costa Azul, ni siquiera ocuparía la mitad de este histórico espacio. Por otro lado, el proyecto de nueva tribuna entregado a los vecinos por el Ayuntamiento además de mucho más reducido era de planta irregular y dejaba respirar bastante la plaza en la esquina inferior izquierda, la que da al edificio del reloj.
Ester Ramírez, presidenta de la asociación de vecinos, calificaba ayer de «aberración y perversión del espacio público» el resultado final, que en nada se parece al plano entregado por el Ayuntamiento.
Además, puesto que se entregó para que los vecinos le dieran el visto bueno, la presidenta tidó de «engaño» el armatoste actual, que ocupa la mayoría de la plaza y que no recuerda ni por asomo al plano de 2002.
Y así seguimos en 2015. El problema no es que la Agrupación de Cofradías, una vez peatonalizadas la calle y la plaza, acompasara su tribuna al proceso de expansión del Universo sino el razonamiento alucinógeno seguido por nuestro Ayuntamiento para autorizar la ocupación de la plaza por esta falla valenciana con asientos.
El informe Pisa
Tres de los candidatos a la Junta de Andalucía nos dejaron en la radio, el día de las votaciones, perlas lingüísticas que parecen homenajear los discretos resultados del informe Pisa en España.
Uno de ellos lamentó la «mala Meterología» del domingo, cuando es dudoso que de por sí pueda ser mala la ciencia que estudia la atmósfera y los meteoros (no otra cosa es esta disciplina).
Otra candidata, en lugar de prometer que trabajaría de forma transparente o con transparencia, dijo que lo haría «desde la transparencia», latiguillo anglosajón cada vez más popular. Por último, un tercer candidato aunó el dequeísmo y la querencia por los infinitivos de Tarzán para decir eso de «recordales de que…». Los tres son hoy parlamentarios electos. Felicidades.
La tribuna de la plaza de la Constitución es un insulto a los malagueños. De hecho, la plaza se remodeló pensando en esa maldita tribuna, dejando la fuente en un lugar extraño y las escasas palmeras pegadas al lateral. Todo para que unos cuantos capillitas disfruten de su whisky mientras ven pasar a las chatis de mantilla. vergonzoso y provinciano. Esto sería imposible que pasara en una ciudad con un ayuntamiento medianamente serio.
Respecto al lenguaje de nuestros políticos, no hay nada nuevo. Suelen ser unos ignorantes que sólo hablan a base de muletillas y tópicos. Luego, pretendemos que arreglen cosas: imposible, no saben ni hablar.