Otro solar municipal del Cretácico en La Virreina

4 Feb

No sólo los ciclópeos terrizos del Romeral aguardan equipamientos. El campito-aparcamiento de la Virreina Alta también está en lista de espera

Más de una vez hemos comentado aquí la milagrosa presencia de solares milenarios en el barrio de El Romeral. Queda atestiguado por las rocas recolectadas por los expertos que ya en las eras geológicas más tempranas se localizaban en la zona estos solares públicos libres de equipamientos y de todo rastro urbanizador.

Se trata, qué duda cabe, de una manera científica de contentar a los vecinos que reclaman que se construya algo en ellos alguna década de estas. Pues que esperen sentados.

Y sin embargo, no es el único rincón de Málaga en el que se da este portento. No parece posterior al Cretácico el solar municipal de unos 10.000 metros cuadrados que se tuesta al sol en La Virreina Alta, entre las calles dedicadas a Alejandro Puskin (que no Putin, como pronuncian algunos) y Bruckner.

Esta sección ya dio cuenta de cómo en 2007, en este páramo en el que, cuentan los vecinos, algún día se construirá un centro de salud, un espabilao dejó para la posteridad 30 kilos de documentación y archivadores de una céntrica administración de fincas de Málaga. Un auténtico archivo a cielo abierto y a disposición de los ciudadanos. Eso sí, desparramado.

El solar, que sigue el ritmo de las estaciones y no tiene culpa de nada, tiene a los vecinos preocupados, sobre todo cuando llega el verano y los matojos alcanzan alturas olímpicas. En 2012, por ejemplo, estuvieron a punto de arder unos coches aparcados junto a los matorrales y los vecinos sacaron los extintores.

Claro que el panorama en enero es bien distinto. Tampoco es que el paisaje recuerde a los alrededores de la cabaña de Heidi pero sí que hay cierto toque que nos transporta muy lejos de la ciudad. Porque, rodeada de bloques, uno de los laterales está libre de ellos y puede verse en lo alto de una loma la casona de la Virreina, con los cerros del parque periurbano detrás.

Y aunque el paseo central de este solar es tierra, a los lados crecen matorrales espectaculares y comienza ya a poblarse de flores. Utilizado como aparcamiento, muchos padres prefieren tirar con sus niños por la parcelita en lugar de por la acera, no sólo para acortar sino también para que disfruten de un poco de campo durante unos minutos.

Otro dato exótico del solar cretácico es la valla que lo rodea, eso que los megaexpertos en Urbanismo o urbanúnculos han bautizado como valla perimetral, para darle más empaque a una simple valla.

Lo impactante de esta valla son los anuncios colgados en ella como «Divorcio Express, 450 euros los dos cónyuges», acompañado por un número de móvil o este otro: «¿Necesita dinero? Con la garantía de su coche y siga conduciéndolo», lo que te quitan las ganas de conducir.

En enero, el solar de tiempos geológicos remotos nos muestra su cara amable. Será en verano cuando los vecinos, un año más, muestren su lógico cabreo por los riesgos de incendio. Y así llevamos millones de años…

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