Los riesgos de acabar con el agua al cuello

21 Ene

Los 33 puntos costeros de la provincia de Málaga con riesgo de inundación evidencian que somos unos hachas construyendo y unos prendas planificando

Por su posición, en mitad de la nada pero en la franja horaria del cambio de día, se trata del primer país del planeta en el que comienza el año nuevo. También es una de las excolonias británicas más diminutas.

Estamos hablando del archipiélago de las islas Gilbert, desde 1979, año de la independencia, rebautizado con su nombre autóctono, las islas Kiribati. Son 16 islitas de la Micronesia salidas del anonimato gracias a Robert Louis Stevenson, que paseó por esos lares y comprobó que algunos nativos, lejos de seguir la dieta mediterránea, preferían catar la pierna del enemigo. Los tiempos, menos mal, han cambiado.

Ustedes se preguntarán, y con razón, qué pintan las islas Kiribati en una sección sobre Málaga. La explicación es que estas islitas de los Mares del Sur comparten con nuestra ciudad el riesgo de terminar igual que la película de Kevin Costner Waterworld: pasados por agua.

El riesgo en ese rincón del Pacífico, claro está, es muchísimo mayor, pero esta semana hemos sabido por La Opinión que la provincia de Málaga cuenta con 33 puntos susceptibles de inundarse en los próximos cien años.

Nuestra provincia tiene el lamentable récord de ser la que cuenta con el litoral más edificado de España, así que no es de extrañar que en esos 33 puntos potencialmente inundables vivan más de 20.000 personas, con riesgo de salir a trabajar en piragua el día menos pensado.

 Piragua por el paseo marítimo de Pedregalejo en otoño de 2012. L. O.
Piragua por el paseo marítimo de Pedregalejo en otoño de 2012.

Y no es broma. Precisamente la foto que ilustraba la noticia, publicada el pasado lunes, era la de un piragüista practicando su deporte favorito por el paseo marítimo de Pedregalejo en el otoño de 2012, el de las últimas inundaciones.

El litoral Este, de La Malagueta a Playa Virginia, es el que se lleva todas las papeletas de terminar usando un submarino, aunque confiemos en que los espigones (los que siguen enteros, porque mucho están a la cuarta pregunta) frenen el desaguisado.

En todo caso, una situación como esta demuestra que no somos unos genios planificando la urbanización del litoral y pone el dedo en la llaga sobre una de las mayores insensateces del pasado siglo XX: la construcción de Guadalmar.

Visto su emplazamiento, en una zona baja en relación con el nivel del mar y junto a la desembocadura del Guadalhorce, habría que plantearse otorgar un afamado premio marinero, el Merluzo del Año, a todo ese grupo de próceres que, desde sus respectivos puestos de gestión, autorizaron la construcción de las viviendas. A inconscientes no nos gana nadie…aunque acabemos con el agua al cuello.

Propuesta portuaria

Un conocido investigador malagueño (aunque conocido e investigador parezca un oxímoron) lanza esta propuesta: pintar con llamativos colores y composiciones los grises bidones del puerto, junto al muelle de Heredia, para ofrecer una mejor imagen a los visitantes. Original.

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