El Rectorado acoge una muestra de fotografías del CTI y documentos sobre la primera facultad, la de Ciencias Económicas, complejo demolido en los 70
En Málaga quedan muchos sitios en los que se trabaja con verdadera vocación. El Centro de Tecnología de la Imagen, dependiente de la Universidad de Málaga, es uno de ellos. Allí no encontrará ningún rastro de tópica y apática existencia funcionarial. Basta pasar una mañana con sus trabajadores para concluir que son unos apasionados por la recuperación de la fotografía antigua y que le echan verdaderas ganas a lo que hacen. Son gente con vocación que han encontrado, en ese rincón del PTA, la horma de su zapato.
Lo hemos podido comprobar hace unas semanas con el magnífico libro Málaga en el punto de mira, de Arguval, un trabajo del equipo del CTI que recoge más de 300 imágenes de los 450.000 negativos del archivo Juan Arenas-Bienvenido Guirado que ha catalogado y recuperado el centro.
Hasta el 26 de febrero en el Rectorado puede verse su último trabajo, el de la exposición de los 50 años de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales. El grueso de la muestra lo forma una veintena de fotografías del fondo fotográfico Juan Arenas-Bienvenido Guirado del archivo CTI-UMA y que recoge el nacimiento de la facultad en los años 60, desde la aprobación en 1964, en tiempos del alcalde García Grana; a la primera piedra (1965) ya con Rafael Betés, y la inauguración (1967) cuando era alcalde Gutiérrez Mata.
Resulta llamativo que el visto bueno gubernativo a esta primera facultad, aunque todavía dependiera de la Universidad de Granada, desplegara idéntica parafernalia de agradecimiento popular en los primeros 70, con la autorización de la Universidad de Málaga. Pese a que casi una década separa ambos momentos, el proceso es el mismo: grandes pancartas y loas al «caudillo» aunque en ese mayo del 64, en la explanada del Gobierno Civil también se advierte una curiosísima pancarta: «Facultad de Ciencias Económicas, un Centro de Cultura Superior pero hacen falta más». Espíritu contestatario desde el minuto uno de la Universidad.
Lo curioso es que este prometedor complejo de edificios de la entonces Facultad de Ciencias Políticas, Económicas y Comerciales, germen de la futura Universidad de Málaga, abrió sus puertas en 1967 y tuvo que cerrarlas justo diez años más tarde por mala cimentación. Es un suponer que los autores de la obra no calcularon bien de qué era capaz la loma del Ejido, secular depósito de arcilla para los tejares vecinos, así que hubo que echar abajo esta esperanzadora facultad, trasladar a los estudiantes a barracones y construir al lado una nueva, esta vez, y que sea por muchos años, irrompible.
La muestra se completa, además de con la mencionada maqueta del edificio demolido, con documentación y enseres escolares de la época. Entre los documentos, las gestiones del entonces gobernador de Málaga, Ramón Castilla, y una frase para la historia: «Existe pues la oferta formal del Ministerio de Educación Nacional para la creación en Málaga de una Facultad de Ciencias Económicas» (febrero de 1963).