Con la amplia colección de barbaridades urbanísticas y arquitectónicas de Málaga, la preservación de Villa Fernanda y sus jardines es un triunfo del sentido común
Las casualidades de la vida han querido que Mari Pepa Lara, la académica de San Telmo y de la Historia y exdirectora del Archivo Municipal, haya dedicado sus últimas colaboraciones en la sección La máquina del tiempo de La Opinión a exponer la obra del gran arquitecto municipal Daniel Rubio, un profesional de Ciudad Real que está a la misma altura que Fernando Guerrero Strachan.
De sus manos no sólo salió un valioso plan de ensanche de Málaga sino también la casa más bonita de la calle Puerto Parejo, el mercado de Salamanca o la glorieta de las provincias del Parque, hoy conocida como la glorieta del Fiestero, por la escultura del verdialero.
Por su importancia, el pasado 12 de octubre Mari Pepa Lara dedicó un artículo a Villa Fernanda y otros chalés de Rubio en El Limonar. Villa Fernanda, en realidad, lo forman tres casas. La académica también atribuye a Daniel Rubio la tercera, aunque los planos estén firmados por otra persona.
Mari Pepa Lara, además de glosar la historia de estos hotelitos del paseo de Miramar, dedicaba parte del articulo a repasar el insensato despropósito (perdonen la redundancia) de construir dos bloques pequeños en los terrenos de la pista de tenis, la piscina y parte de los jardines.
Despropósito porque Villa Fernanda es uno de los pocos rincones del Limonar que no ha sido destrozado por una conjunción mayoritaria de arquitectura basura o simplemente anodina. Y resultaba escandaloso que esta obra maestra de Daniel Rubio, después de haber sorteado el desarrollismo y la casposa burbuja inmobiliaria de este comienzo de siglo, no se librara de su cuota de ladrillo (hasta la preciosa Tabacalera ha tenido que pagar su cuota de pisos).
Ayer La Opinión fue el primer medio en anunciar que el TSJA había frenado esta barbaridad. La sentencia se basa en algo que en Málaga nuestros urbanistas han solido pasarse por el arco del triunfo: el respeto a la armonía paisajística. ¿En qué barrio de Málaga nuestros gestores han tenido la sensibilidad de respetar algo así? Recordemos las chapuzas perpetradas a comienzos de este siglo en un barrio residencial como el Camino de Antequera. Lograr la armonía paisajística en Málaga es como pedir a Oriol Junqueras un ensayo objetivo sobre la Guerra de Sucesión española. Imposible.
Precisamente en este diario el magnífico columnista Rafael de la Fuente contaba su experiencia como uno de los redactores de la Convención Europea del Paisaje, ratificada en 2007 y que entró en vigor en 2008. En 2009 Rafael de la Fuente comentaba lo siguiente: «Ha pasado más de un año y la Convención Europea del Paisaje parece ser uno de lo secretos mejor guardados de España».
Para alivio de Rafael, Mari Pepa, los vecinos del entorno y muchos malagueños amantes del patrimonio artístico y paisajístico, en esta ocasión el sentido común se ha salido con la suya. Ha dejado de ser un secreto. Felicidades.