El horror se marcha y llega algo más normalito

4 Oct

La propuesta de tribuna para la Plaza de la Constitución es bastante más respetuosa con el entorno y menos deprimente que nuestra actual e insuperable tribuna fallera

En un cuento de H.P.Lovecraft ­–iniciales que se corresponden con Howard Phillips y no con un insulto en español–, un hombre sueña durante años con una ciclópea y geométrica civilización terrestre y al final del relato termina convertido en uno de ellos. El cuento está repleto de horror cósmico y es de los que encoge el corazón.

Al hilo del horror, recordemos también la expresión del coronel Kurtz, interpretado por Marlon Brando en Apocalipsis Now, película basada en El corazón de las tinieblas de Conrad. Brando repasa la maldad de los hombres y concluye: «El horror tiene una cara… y tú debes hacer del horror tu amigo».

Dicho y hecho. Un servidor ha tratado de hacer amistad con el horror, aunque sin llegar nunca al tuteo. En concreto con la actual tribuna principal de la Agrupación de Cofradías, esa estructura más fallera que cofrade que desde hace demasiados años extiende su decrepitud metálica hasta borrar de la vista la plaza más bonita e importante de Málaga.

Como sabrán muchos lectores, la media de permanencia de ese engendro merdellonáceo en la plaza de la Constitución es de un mes, para desazón de turistas y bastantes autóctonos, que ven inexplicable que algo así haya sido autorizado para colocar en la vía pública.

Pero no hay mal que cien años dure. Empujados por la inevitabilidad de las obras públicas, en este caso por las del metro que asomarán por la Alameda, la Agrupación de Cofradías ha tenido que plantearse una remodelación del recorrido oficial, de la que dio la exclusiva La Opinión hace unos meses.

La remodelación va a servir, entre otras cosas, para desterrar de la plaza de la Constitución esta tribuna de estadio chungo de Tercera División.

El relevo está ya sobre la mesa, aunque sea de momento una propuesta, que ha sido presentada por varios arquitectos e ingenieros.

Si ustedes han tenido ya la oportunidad de examinarla, verán que el concepto cambia por completo, a Dios gracias. En lugar de la mole absurda, sillas casi a ras de suelo, salvo una pequeña tribuna en un extremo, además de que cambia la orientación.

Cierto es que esta propuesta ocuparía casi por completo la plaza de la Constitución, pero el resultado seguro que será mucho menos deprimente y agresivo, desde el punto de vista visual y estético, que la mole actual.

Otra consecuencia de la retirada de la megatribuna será, si ustedes quieren, anecdótica: le evitará al autor de esta sección dedicarle cada año cariñosas frases en las que uno destacaba, sobre todo, sus estilizadas líneas, la aerodinámica y ligereza del conjunto y lo bonito que quedaba la plaza con ella.

Un consejo de amigo: quedaría muy bien haciendo juego con la operación de vandalismo institucional & inmobiliario de Hoyo de Esparteros. Porque aquí, en lo que a barbaridades urbanísticas se refiere, siempre salimos de Málaga para entrar en Malagón. Lo dicho, un horror.

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