Un espectáculo para los amantes de los pájaros

31 Jul

Lo mejor del Parque 26 de noviembre es la exhibición diaria de las grandes bandadas de gorriones y cotorras argentinas. No se la pierdan y cojan entrada

El pasado fin de semana, una cadena de televisión ofreció dos documentales seguidos sobre la construcción de Machu Picchu, esa maravilla inca que el turismo masivo ha convertido en una feria de altura.

Los incas, sin necesidad de grúas ni cemento, levantaron construcciones ciclópeas y lo más llamativo: las piedras empleadas encajan a la perfección, como piezas de puzle, y en la mayoría de los casos resulta imposible introducir la carta de una baraja entre las piedras.

Compárese esta maravilla del mundo antiguo con lo conseguido cinco siglos más tarde en el Parque 26 de noviembre de Málaga y luego hablamos.

Los trapecios de piedra que jalonan las entradas, sin negar su acierto estético, en muchos casos están para el arrastre y las piedras se desprenden (o las desprenden, porque el resultado es el mismo).

Es una de las pocas pegas de este parque en crecimiento que, en unos años, dará una sombra que permitirá visitarlo todo el año. Este parque, casi en el extremo occidental de Málaga, muy cerca del hospital Quirón y la urbanización Parque Litoral, cuenta como gran atractivo con un cerro-chorraera, mucho más grande que el que podemos encontrar en el Puerto de la Torre, en la gran zona verde de las calles Victor Hugo y Andersen.

Pese a que esta chorraera fue quemada hace un par de años por un grupo de homúnculos, ha renacido como el ave fénix y muchas veces los niños tienen que hacer cola para ascender a la cima.

En todo caso, la llegada de un horario de apertura y cierre (en verano de 8 de la mañana a medianoche) ha contribuido a que la zona verde no se desmadre demasiado.

Se observan además esperanzadores signos de raciocinio planificador, por ejemplo, en la pérgola circular próxima a la gaviota gigante, por la que ya sube una vigorosa planta trepadora. ¿Quedarán desterradas algún día de Málaga esas absurdas pérgolas que no sujetan nada y dejan pasar el sol?

Pero el mayor espectáculo del parque 26 de de noviembre está en la diminuta fauna que lo atiborra a muchas horas del día. A primera hora de la mañana y de la tarde (y seguro que a otras horas del día) podemos admirar auténticas miríadas de gorriones, ocupando grandes extensiones de césped, sin olvidar las verdes oleadas de cotorras argentinas.

Las gran extensión de hierba y los numerosos árboles (abundan las prunas, pinos, álamos y ficus) tienen la culpa de este festival ornitológico que será una gran atracción para los niños. Disfruten de este prometedor parque.

Ya está aquí

En buena parte mal diseñada y arracimada, la parte oeste de Málaga, en la que vive la mayoría de la población, estrenó ayer con retraso un medio de transporte merecido y necesario. Dentro de tres años, cuando el metro pase el Guadalmedina y llegue a la Alameda, la infraestructura cobrará todavía más sentido y su utilidad llegará a muchas más personas.

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