Otro ejemplo de escultura pública oculta

30 Jul

Junto al monumento al Comandante Benítez y la escultura a Rodríguez de la Fuente, el grupo de Arturo Reyes está cada vez más oculto entre el follaje

Hace unos días esta sección habló de la capacidad municipal para esconder de turistas y malagueños algunas estatuas públicas. El ejemplo más notorio, por su emplazamiento céntrico, es el monumento al Comandante Benítez en el Parque. Un círculo de palmeras hace imposible su localización a simple vista y sólo se atisba algo del pedestal.

Ocurre lo mismo con la escultura de Félix Rodríguez de la Fuente en los Jardines de Picasso, pero aquí sí se ha puesto remedio, porque el Ayuntamiento, a propuesta socialista, aprobó en febrero de este año restaurarla.

Oculta desde hace años tras un sobrio parapeto de plantas y rocas, el entonces concejal de Cultura, Damián Caneda, abogó por cambiar de sitio la escultura. La Opinión estuvo en febrero con el autor de la obra, Antonio Arjona, que mostró un proyecto de rehabilitación que incluía un estanque para situar la escultura del naturalista en el centro y frenar bastante a los vándalos. Esta por ver si se hace ese estanque en el nuevo emplazamiento.

Pero hay otro grupo escultórico, muy próximo al comandante Benítez, del que cada vez queda menos que ver.

Se trata del busto al escritor malagueño Arturo Reyes, que está acompañado por la figura de una gitanilla, una de las figuras de sus novelas. La bisnieta de Arturo Reyes, María José Reyes, envía a esta sección un par de fotos de los primeros momentos de esta estatua, inaugurada a comienzos de los 60, obra de Adrián Risueño. El grupo escultórico aparece como el cielo estos últimos días: despejado. Ningún elemento obstruye su visión y no como ahora, que parece que ha seguido algún curso de camuflaje.

Eso es algo que ya pudieron comprobar los asistentes al homenaje a Arturo Reyes en junio del año pasado, con motivo del primer centenario de su muerte. Se congregaron alrededor del grupo escultórico y el escritor se encontraba acechado por la rama de una palmera y un enorme pacífico.

Más de un año después, la rama de la palmera ha seguido creciendo y descansa muchos días –ayer mismo– en el rostro de Reyes, mientras que el inmenso pacífico apenas deja ver de frente a la escultura de la gitanilla, que desde noviembre de 2012 compite con la Catedral ya que también está manquita.

Aunque este es un capítulo aparte porque en diez años, la estatua ha perdido la mano derecha en seis ocasiones, mientras que la rosa que sostenía, ha sido mangada, en el mismo periodo, una decena de veces, según fuentes municipales.

Caminamos, pues, hacia otro parapeto, como ocurrió con la estatua de Rodríguez de la Fuente. A la bisnieta de Reyes, no obstante, le gustaría que el monumento luciera sin un exceso de elementos vegetales. Y si a la gitanilla, en lugar de una mano, hay que colocarle un garfio antivandálico, eso es harina de otro costal. Lo primero debería ser que nuestro Ayuntamiento no siguiera escondiendo más esculturas públicas con plantas.

Una respuesta a «Otro ejemplo de escultura pública oculta»

  1. Gracias Alfonso de nuevo por tu entrada en el blog. La verdad es que se veía hermosa en sus inicios, muy despejada pero ahora son otros tiempos donde existe mucha barbarie. Es un sitio muy típico junto a la gitana para hacerse fotografías. Hay una foto antigua del Sur donde salen dos cómicos famosos en una foto junto a ellos. No recuerdo ahora mismo su nombre pero tengo el recorte del periódico. Imagínate a los artistas que vengan al Málaga Palacio haciéndose fotos allí. Estarían encantados.

    Felicidades por tu gran trabajo a pie de calle

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