El Ayuntamiento instala pasos de cebra y aceras en la calle Los Millones, junto al Parque del Norte y acaba con la inseguridad vial que denunció este diario
En estos tiempos de apreturas se han puesto de moda las obras pequeñas. El lenguaje políticamente correcto lo llama microactuaciones, pero son las obras pequeñas de toda la vida. Pequeñas pero no por ello innecesarias. Una de ellas resuelve un problema importante de seguridad vial en la barriada de Los Millones, que debe su nombre a una finca de idéntico nombre en esos terrenos cercanos al Arroyo del Cuarto.
En octubre de hace dos años, La Opinión recogió la preocupación de los vecinos de este barrio pegado a Nueva Málaga, por el perfil que presentaba la calle Los Millones: una acera escalonada por un lado y ni rastro de acera por el otro.
Para más inri, pegado al Parque del Norte se encuentra el colegio Altabaca. Por obra y gracia de la acera escalonada, toda persona con carrito de la compra o en silla de ruedas tenía que meterse a la fuerza por la calzada. Tampoco había paso de cebra delante del colegio, así que como aventuraba con mucha razón Francisco Campos, el vecino que alertó de la situación: «Un día de estos va a haber un accidente».
Por suerte no hubo tal desgracia. Al día siguiente de publicarse el reportaje –en el que el concejal de Tráfico, Raúl López, había asegurado que estudiaría la situación– llamaron a Francisco Campos técnicos municipales para ver la zona.
El propio Francisco, en alguna reunión del distrito, llegó a dibujar un esquema de la calle con la posible solución, que finalmente se ha llevado a cabo: aceras en el lado inexistente y pasos de cebra.
Y aunque la operación se aprobó en 2013, el dinero llegó en 2014 y se concluyó la semana pasada. Como curiosidad, cuenta este vecino, el alcalde se presentó al inicio de las obras y pudo ver cómo un coche derrapaba delante de él. Las obras eran más necesarias que nunca.
La microactuación ha consistido en unos 60 metros de acera, para que los peatones no tengan que irse por los cerros de Úbeda, así como cuatro pasos de cebra con sus rebajes correspondientes.
La concejala Elisa Pérez de Siles ha aprovechado las obras para llevar a cabo unas peticiones de la asociación de vecinos La Unidad de Nueva Málaga y ha asfaltado un terrizo que se empleaba como parking en el Camino Castillejos. Además, los vecinos aprovechaban justo ahí una loma suave para bajar hasta el Parque del Norte y dar sus paseos por lo que el Consistorio ha hecho dos caminitos asfaltados.
En resumen, tres microactuaciones, obras pequeñas o como quieran llamarlas y una de ellas evita que los niños que arriesguen el físico camino del colegio. Felicidades.
Clases particulares
Al hilo de la ocurrencia municipal de ayer (la supuesta «barriada de Trinidad Perchel»), son legión los profesores malagueños que se ofrecen a explicar al Consistorio la irrefutable existencia de los barrios de La Trinidad y El Perchel. El saber no ocupa lugar. Suerte.