Detrás de la comisaría de la Palmilla hay un pasillo terrizo al lado del río que reúne una rica fauna de porquería. A quien le competa, que actúe en consecuencia
Si en el plano de Málaga coloreáramos las zonas que son competencia de una u otra administración, nos toparíamos con parcelas en las que ambas administraciones, la local y la autonómica, se hacen las suecas.
Estamos por tanto antes tierras administrativas de nadie. Y seguramente no sea así, pero el resultado práctico es que sólo se adecentan de higos a brevas y a veces ni eso, porque tras muchos meses de abandono llega una asociación o una ONG y es la que en realidad se encarga de retirar la porquería.
Una zona con clara apariencia de tierra de nadie la encontramos justo detrás de la comisaría de La Palmilla, tras dejar atrás una calle peatonal con bancos y alcorques florecidos.
Hablamos en concreto de un pasillo de tierra paralelo al cauce del río Guadalmedina. No sólo a esta altura se acumula la basura. Veranos ha habido en la parte alta, la de la nueva zona de La Virreina, en la que la basura alcanzaba proporciones bochornosas, como más de una vez denunció la asociación de vecinos de la zona.
Que esta zona ribereña está en el limbo del olvido lo demuestra, el que en un intervalo de dos meses, desde finales de abril a finales de mayo, la mierda –con perdón– no ha mermado ni un ápice y no solo se mantiene sino que ha crecido un poco, como ha podido comprobar el firmante en sendas visitas, de las que hay fotografías poco evocadoras.
Uno baja una rampita y ya se encuentra con la bienvenida en forma de plásticos y latas. La porquería parece enlazar con los bajos del puente de La Palmilla.
La zona es muy utilizada por dueños de perros. Sería magnífico que también la frecuentara personal de limpieza de quien esté a cargo de esta tierra de nadie. De ilusión también se vive.
Libros abiertos | En los jardines del paseo de la Farola descansa desde el pasado mes de diciembre un emotivo monumento a los Migrantes, obra del escultor argentino radicado en Málaga Andrés Montesanto, que la ha regalado a la ciudad.
La escultura guarda mucha similitud con otra obra del artista, el monumento a Emilio Prados en las playas del Palo. Las dos ofrecen en hormigón blanco la imagen de un libro abierto con los perfiles recortados de lo que quiere simbolizar. Dos originales obras del mismo escultor en el litoral de Málaga.
De Maricastaña | Ayer, un organismo pluricelular desconocido realizó una pintada apoyando a un grupo terrorista de tiempos de Maricastaña. La pintada está, o al menos estaba ayer, en mitad del túnel de la Alcazaba.
Confiemos en que el Ayuntamiento la limpie pronto, si no lo ha hecho ya, y si una cámara de vigilancia ha captado al organismo pluricelular en plena gesta, que tome nota.