Años llevan algunos rincones de la barriada Ruiz de Alda clamando por una mano de pintura blanca, después de recibir decenas de pintadas
Hay una suerte de transición pictórica importante entre la barriada de Girón y la de Ruiz de Alda, el triángulo de viviendas frente a la Tabacalera cuyos lados lo forman la avenida de la Paloma, la calle Héroe de Sostoa y la dedicada a Federico García Lorca.
Si en Girón la mayoría de los patios interiores luce un blanco como para hacerle la prueba del algodón, en algunas zonas de la barriada de Ruiz de Alda, en teoría con viviendas casi idénticas, da la impresión de que Jackson Pollock ha sido el encargado de pintar los bloques. Porque en sus paredes se dan cita una pléyade o habría que dejarse de finezas y decir un ganado importante de grafiteros chungos, los de la escuela de la firma ególatra, eso sí, empleando todo el arco iris como paleta.
Se trata de una dudosa expresión artística en la zona que esta sección lleva denunciando desde hace algunos años, con el deseo de que, algún día, alguna administración tenga a bien donar sus kilitos de pintura para desterrarla.
Y así, en el cruce de Jorge Guillén con la avenida de la Paloma, un cenutrio desconocido ha pintado una arroba gigante, el símbolo digital, convertido en esta ocasión en símbolo de la idiocia.
Si cogemos el callejón junto a la arroba gigante, nos encontraremos con las firmas de Nano, Abelardo, Juanpe, Moito y Pera, junto a signos primitivos que intentan transmitir, sin conseguirlo, algún tipo de mensaje al mundo. Pero donde las paredes recuerdan a un cuadro de Pollock es en las calles dedicada a Alfonso Peña Boeuf y en menor medida a Jaboco Laan. Este último, por cierto, era dueño de la Hacienda de San Antón y fue conocido por ofrecer un importante apoyo económico a las fuerzas de Franco.
Y sin embargo, en todo este tótum revolútum de pintadas, símbolos fálicos y arrobas, llama la atención un nomre en la calle dedicada al ingeniero Alfonso Peña Boeuf: Eros. Y aquí surge la duda: ¿Tiene el autor de la pintada nociones de mitología clásica o en realidad se llama así en honor de Eros Ramazzotti? También resulta inquietante en la calle de Jacobo Laan ver en la pared un apellido como Gardel. ¿El apodo de un aficionado al tango que se comporta como un mastuerzo?
Frente a tanto dispendio pictórico, vecinos hay en Ruiz de Alda que han optado por encalar su trozo de fachada, así que en los patios interiores vemos cómo, en ocasiones, la oleada de pintadas chungas se interrumpe con la irrupción del blanco inmaculado.
Y al igual que en Girón pero quizás en mayor medida, la barriada es un caos de cables aéreos por todas partes y de todo tipo y grosor. Si alguien quiere avergonzar a los directivos de Sevillana y Telefónica, ya saben a qué rincón de Málaga les tienen que dirigir.
Propuesta electoral
Proponía una lectora esta semana que, dada la situación nada boyante del país, los miembros de los colegios electorales se eligieran solo entre los parados de larga duración. No cayó esa breva.