Como viene siendo habitual, la tribuna de la plaza de la Constitución ha estado un mes entero abduciendo el espacio público pero ya nos deja, y no precisamente tristes
Las cifras que maneja la mega estructura cofrade de la plaza de la Constitución guardan mucha relación con la famosa superproducción Cleopatra, porque desde que la lluvia del Domingo de Resurrección despidió la Semana Santa, ocho días se han sucedido para quitarla de en medio. Hasta el año que viene, cuando regrese como regresan muchas pesadillas infantiles.
Ayer martes al mediodía todavía quedaban en el suelo unas pocas recias piezas de este mecano gigante que estaban siendo subidas a un camión con gran trabajera.
La tribuna se comenzó a montar el 30 de marzo y hoy estamos a 30 de abril, así que se mantiene la media de un mes sin poder disfrutar de la plaza de la Constitución. Las vallas que estos días han rodeado el engendro que hace mutis por el foro nos dan una idea de toda la extensión de espacio público retirado de la circulación durante las últimas cuatro semanas.
Este año además, la Agrupación de Cofradías parece haberse mirado en el espejo de las líneas aéreas de bajo coste pues en algunas zonas de la Alameda Principal las hileras de sillas daban la impresión de haber encogido para que los usuarios tuvieran más complicado estirar las piernas. No cabía ni el equipaje de mano.
En la Semana Santa de Málaga debería primar la calidad sobre la cantidad, pero no es el caso. El año que viene la pesadilla volverá a hacerse realidad. La criatura metálica regresará para quedarse otro mes con nosotros. Disfrutemos los próximos 11 meses de feliz ausencia.
Carpetovetónicos
Al igual que hoy nos sonroja la postura de la Iglesia con respecto a Galileo, así se sentirán los cristianos del futuro cuando evoquen las críticas carpetovetónicas del actual Obispado de Málaga a estos dos recientes pregoneros, Miguel Gutiérrez Jansen y Pedro Moreno Brenes, que han defendido que el amor entre personas del mismo sexo tenga cabida en el seno de la Iglesia.
A un servidor no le cabe ninguna duda de que Jesús, defensor de los oprimidos, habría hecho lo mismo y de que el espíritu del Evangelio terminará por imponerse. Felicidades a los pregoneros.
El esqueleto
Un amable lector escribe a esta sección para preguntar cuánto tiempo «va a durar el esqueleto que abarca desde Tejón y Rodríguez hasta la plaza del Teatro». Aunque un servidor está muy lejos de ser el oráculo de Delfos, no es difícil predecir que la criatura seguirá con nosotros sin variar de aspecto, como mínimo, hasta la próxima década. Y es una apreciación optimista.
Abandono
Comerciantes de calle Granada están preocupados por el creciente estado de abandono y de acumulación de basura del solar en el que iba a construirse la sinagoga de la plaza de la Judería.
La doctrina de la Iglesia católica es la que es por las Sgdas.Escrituras, la Tradición y el Magisterio eclesiástico. Ni el Obispo ni el Papa pueden cambiarla y a nadie se le obliga a ser católico pero si se es hay que serlo con todas sus consecuencias, igual que el que se apunta a un partido o a una asociación de lo que sea lo hace aceptando sus normas.