Sofía, una malagueña de seis años vio el pasado Domingo de Ramos por primera vez lo que ella llama las «profesiones» de Semana Santa
¿Cómo es esa primera vez que ves una procesión en la calle? Muchos niños, hoy hombres y mujeres de pelo en pecho (no siempre) no han olvidado la sensación de asombro al ver en vivo y en directo un trono.
Algo así le ocurrió el pasado Domingo de Ramos a Sofía, una malagueña de seis años que vive en Alhaurín El Grande y que hasta ese día no había tenido la ocasión de ver la Semana Santa de Málaga.
La Pollinica, como es lógico, suele ser la introducción cofrade de la mayoría de los niños y allá que se fue al Centro con sus abuelos a verla.
Sofía, de madre española y padre alemán, no había tenido la oportunidad de conocer la Semana Santa hasta ese día y la interpretación de lo que vio se acercó bastante más al Nacimiento de Jesús, allá por Navidad, que a su Pasión y Muerte, de ahí que el trono de Jesús a su Entrada en Jerusalén lo viera así: «Aparece San José montado en un burro con la Virgen y el Niño Jesús». Vamos, la huida a Egipto.
En cuanto a los niños que procesionaban los describió de esta manera: «Salen muchos niños vestidos de monja», en referencia a las faraonas de las cabezas. Visto el panorama, ¿se apuntará esta niña el año que viene a «la profesión», como le gusta decir? «No porque me canso mucho», contesta después de un rato calculando los pros y los contras. Eso sí, le ha parecido «una profesión» muy bonita. Casi como la de médico.
Rescate de la tubería
Una voluntaria de la Sociedad Protectora de Animales de Málaga consiguió rescatar el pasado Lunes Santo a una pareja de cachorros que se encontraba sobre una tubería que atraviesa un río de Cártama (sería el río Grande o el Guadalhorce). Los cachorros habían sido vistos en el mismo sitio el día anterior por un particular que dio el aviso.
Cuando fueron rescatados estaban aterrorizados y no querían moverse del sitio, temerosos de caerse al vacío. ¿Cuánto tiempo llevaban ahí aguantando el hambre, la sed y el sueño? ¿había más cachorros?, ¿quién fue la bestia parda que se deshizo de estos animales?
Lasha y Lutor, una hembra y un macho, se encuentran ya sanos y salvos en el refugio de la Protectora. Han perdido el miedo, fueron desparasitados, alimentados y bañados y según contaba ayer Carmen Manzano, la presidenta de la Protectora, nada más recuperarse se quedaron fritos.
Ahora, esta pareja de cachorros busca a un dueño civilizado que los acoja. Imaginando al homínido con el que se toparon nada más nacer, sin duda llevarán una vida mucho más digna.
Refugios
Las estrechas calles Fresca y Moratín en pleno casco histórico, son en estos días un gigantesco almacén temporal de basura, para desesperación de los vecinos.