Atentos al suelo de la plaza de la Judería

9 Abr

La piedra porosa de la plaza de la Judería aguanta mal el trasiego de las carretillas y ya presenta, pese a su juventud, los primeros destrozos y topetazos

Alguna vez lo hemos comentado. En proporción, la gran falla de San Andrés ha tardado menos en formarse que el Plan de la Judería en llevarse a cabo. Por fin, después de 14 años de inopia administrativa, nuestro alcalde visitó el nuevo espacio durante las Navidades pasadas y al poco se completó la obra. Una nueva comunicación con la calle Alcazabilla previa demolición de una casa del siglo XVII, con la excepción de su torre, que sigue en pie aunque bastante irreconocible.

Los meses, pocos, han ido transcurriendo desde entonces y la verdad es que el piso de la plaza empieza tomar un aspecto preocupante.

La piedra elegida, muy porosa, no parece resistir bien el trasiego, no tanto de peatones como de las carretillas transportando un peso considerable. Si ustedes echan un vistazo al suelo, verán cómo empieza a parecerse a una cara con un acné pronunciado. La piedra aguanta mal y se ven ya los primeros topetazos, erosiones y en algunos casos, agujeros en los que caben dos dedos.

La actividad comercial de la atiborrada calle Alcazabilla no va a parar en los próximos años, así que hagan ustedes una proyección de cómo estará la plaza en cuanto pase un lustro.

Por lo menos, una gran loseta machacada fue repuesta ayer tras dos semanas de tropiezos. La mala calidad de la plaza la confirmaba ayer un antiguo cargo de Urbanismo quien, al contemplar las roturas, sacó una llave, rascó en la piedra como si fuera un premio de la ONCE y esta se deshizo cual arena de la playa.

La Semana Santa se presenta pues interesante para los aficionados a grabar vídeos de Primera para tentar la suerte en algún programa de la televisión.

En esa proyección a medio plazo hay que incluir la reposición de losetas y, Dios no lo quiera, las denuncias al Ayuntamiento por saleazos no buscados. Hagan la suma y la plaza con el parto más largo de los últimos tiempos nos habrá salido por un ojo de la cara. Precaución.

Fiesteros

Por las calles de la barriada-pueblo de Mangas Verdes, con sus cuestas y abundancia de casas blancas abundan los paneles de cerámica realizados por Eugenio Chicano, reproduciendo a famosos personajes de la fiesta de los verdiales.

Así, al final de la calle de los Aguacates, en el cruce con la avenida principal de Mangas Verdes, la calle dedicada al alcalde y bodeguero Francisco López López se encuentra un panel dedicado a la cantaora Dolores Gámez, también llamada Lolita la del arroyo de las Adelfas, fallecida en 2012.

Y en la calle Emilio Orejón, el panel del famoso Antonio Fernández Povea, fallecido en Mangas Verdes en 1987, acompañado del lema: «Maestro del violín y el arreglo de la fiesta». Povea aparece con un violín en una mano y el bastón de alcalde en la otra. Otros mosaicos, los del Rubio de las Casillas, Luis Gámez, Medina el Viejo, Enrique España y Andrés Rivera Cincorrales.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.