Para que las lluvias no se llevaran el cerro por el que trepa Mangas Verdes junto a Parque del Sur, lo reforzaron con resultados espectaculares y artísticos
Siempre se ponen de ejemplos de obras faraónicas los canales de Suez y de Panamá. No hace falta irse tan lejos. En los últimos años hemos sido testigos de la construcción del edificio de la nueva Diputación, con despachos institucionales en los que podría aterrizar una avioneta y la Gerencia de Urbanismo, otra maravilla acristalada que es un ejemplo de derroche energético y sobrecoste –como en el fichaje de Neymar–.
Pero no hablemos de estos espléndidos dispendios con los que en su día obsequiaron a la ciudad socialistas y populares, respectivamente. También en Málaga hay obras que tratan de arreglar, en la medida de lo posible, nuestros desbocados desarrollos urbanísticos.
Si ustedes se pasan por la urbanización de Parque del Sur, en Ciudad Jardín, y se dan una vuelta por la avenida de la Cibeles y la calle Moisés se quedarán con la boca abierta al descubrir una obra que tiene reminiscencias de las construcciones ciclópeas de adobe del Yemen y las creaciones terrosas y de inspiración africana de Miquel Barceló.
Como muchos recordarán, las trombas de agua de noviembre de 2012 se dejaron sentir en un gigantesco talud, vecino de Parque del Sur, en el que se asienta la barriada de Mangas Verdes. Seis casas de autoconstrucción tuvieron que ser desalojadas ante el temor de que se vinieran abajo, así que se llevaron a cabo unas trabajosas obras de reforzamiento del talud, gracias a una inmensa grúa.
Estas obras podían verse a comienzos del año pasado. El resultado es impresionante y nada tiene que envidiar a la presa de Assuán… por poner una presa.
Por este cerro con una capa protectora que, esperemos, dé mejores resultados que la segunda piel, finalmente agrietada, que le colocaron a las bóvedas de la Catedral, asoman casas de autoconstrucción que recuerdan a la vivienda de monsieur Hulot en la película Mi tío.
Del cerro sale un ejército de mangueras, aliviaderos de agua para que futuras trombas no pongan en un aprieto a los vecinos.
En la parte central de la calle Moisés el talud ha sido disimulado con jardines trepantes, que no colgantes, una trama de enredaderas que trata de subir algún día hasta Mangas Verdes, mientras desde tierra parecen animarle unos cuantos cipreses y ciruelos.
Pero lo más espectacular sin duda es esa montaña a la que parecen haberle salido cientos de cables, exhibiendo un aspecto de cerro cibernético. Suelten a Miquel Barceló en este rincón de Málaga y se quedará absorto ante todos estos matices y texturas entre sol y sombra. Lo mismo le inspiramos un Cuaderno de Mangas Verdes y Parque del Sur. Bonito suena.
La réplica |
Y sin dejar Parque del Sur, una pintada en su calle principal, la avenida de Postas, que parece contestar a alguien: «Feo… tú».