Cascajos dignos de anuncios nacionales

5 Feb

Una de las acribilladas columnas acristaladas del Guadalmedina ha podido verse en un reciente anuncio. Los rincones degradados, para toda España

Ayer hablamos del sistema lacustre finlandés que se está gestando de una forma bien hermosa en las céntricas calles Mesón de Vélez y Antonio Baena Gómez, a pocos metros de la calle Larios, gracias a su perenne colección de baldosas rotas.

Con un par de años más, esta calle con dos nombres alcanzará los índices de excelencia de la plaza del Siglo, cuyos charcos de agua negra, por el hundimiento de los adoquines, no está lo suficientemente publicitado para esos turistas a los que no les gustan las ciudades perfectas.

En este sentido, hace poco hemos podido ver un anuncio de móviles rodado en Málaga, en el que una joven en cueros, con el cuerpo debidamente pintado para simular un vestido, se pasea por algunos rincones de nuestra ciudad, uno de ellos el puente de los Alemanes.

En el anuncio, durante una fracción de segundo, puede verse también una columna acristalada (y acribilladas a pedradas), de las que jalona el río Guadalmedina.

Que una parte notable de nuestra decadencia urbanística se exponga en un anuncio para toda España no deja de ser esperanzador para los lugares más degradados de Málaga que, mira por dónde, son susceptibles de ofrecer algún tipo de rendimiento económico.

El peligro sería que estos rincones que necesitan una reparación urgente se mantengan en la inopia con la excusa de que cada vez se parecen más al barrio neoyorquino del Bronx, lo que aumenta su interés comercial.

No hay que ser un Sherlock Holmes ni una señorita Marple para constatar que el diseño de tiempos del alcalde Pedro Aparicio para el río Guadalmedina, desde el puente de la Aurora para abajo, recuerda en nuestros días a algún desdichado episodio de la Guerra de los Balcanes.

Asómense al puente de los Alemanes o al de la Aurora, examinen junto al hotel NH los restos descascarillados de esta decoración y descubrirán, a pocos centímetros de los peatones, trozos de vidrio en el suelo, basura acumulada en los recovecos y restos de hierro podrido que se están quedando en los huesos.

Para una serie policiaca puede tener su encanto contar con una trozo de Málaga en tan mal estado de revista. Junto al río se pueden rodar persecuciones y tiroteos pero poco más.

No hace mucho, el verano pasado, se produjo un esperanzador y coordinado brindis al sol, organizado por la meritoria Fundación Ciedes: el concurso de ideas para el río Guadalmedina, que ganó el arquitecto José Seguí.

El proyecto ganador, titulado Más río, más ciudad, planteaba eliminar los muros del encauzamiento, la auténtica barrera que divide la ciudad, más que el río en sí, a juicio del arquitecto. El proyecto, que no es vinculante, tendría un coste que se acercaría a los 150 millones de euros.

Hermoso y loable brindis al sol que puede que nunca se haga realidad. Mientras tanto, habrá que seguir conviviendo las próximas décadas con estos cascajos acribillados…dignos de anuncio.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.